¿Qué pasó con River? ¿Qué te hicieron River? ¿Dónde quedó la ambición de ese equipo que te comía los talones, que jugaba y mordía cuando no podía hacerlo, que tenía una identidad indestructible? ¿Qué pasó con el campeón de la Sudamericana, que parecía imbatible y seguro en cualquier terreno y circunstancia?
Hoy, River fue una sombra de aquél River. No sólo cayó derrotado por goleada en el juego y la estrategia. Perdió su arma más valiosa: LO MENTAL. El millonario duró apenas 14 minutos en cancha. Luego, se fue del terreno.
Aquél error (¡otro más!) de Ramiro Funes Mori que culminó en el gol de Cristaldo derrumbó al conjunto de Gallardo desde lo psicológico. A partir de ahí, fue un manojo de nervios, ira, impotencia. Un contagio negativo. Las tres expulsiones sirven para graficar el estado de ánimo de un equipo sin brújula.
Otro aspecto preocupante fue la faceta física. En los dos superclásicos del verano, la diferencia entre un equipo y otro fue abismal. Jugadores que habitualmente sacaban ventaja de su velocidad y estado atlético fueron superados por los rivales de manera sospechosa. ¿Exceso en las cargas? ¿Error en la planificación? ¿Jugaron los que mejor están desde lo físico?
Muchas serán las conjeturas que se pondrán sobre el relieve en esta semana. A seis días de la primera competencia oficial, se abren más interrogantes que respuestas. El hincha de River espera otra cosa. Que desaparezca esta sombra. Todos queremos ver al campeón de nuevo.
