Marcelo Gallardo dialogó con Fox Sports Radio y pidió que no se manosee a Matías Almeyda. Además aclaró cómo es su relación actual con Daniel Passarella y descartó que lo hayan llamado desde River para ser entrenador en un futuro inmediato.
El «Muñeco» es uno de los nombres que más fuerte suenan para ser el sucesor de Matías Almeyda. Es cierto, el «Pelado» no renunció ni fue despedido, pero el fin de su ciclo ya está marcado. Sin embargo, al ser consultado, Marcelo Gallardo niega de manera rotunda que su futuro cercano como entrenador esté ligado a River: “No tengo relación con Passarella. Jamás me ofrecieron dirigir a River. Sería un hipócrita si dijera que no me gustaría dirigirlo, pero yo sé que en algún momento nos vamos a cruzar. Acabo de comenzar mi carrera, voy a tener tiempo. En algún otro momento se dará”.
El ex enganche millonario sabe que está en el centro de la escena y que su aparición pública puede llegar a generar suspicacias y malestar en el entrenador actual. Sin embargo, el mismo Gallardo salió a bancar al «Pelado» y apoyar su gestión a cargo del banco de River: «Hay que reconocerle el mérito a Almeyda, fue el entrenador que llevó a River de la B Nacional a la A», remarcó el «Muñeco», que además agregó: «Espero que el Pelado pueda recomponer esta situación porque sufrió un momento muy duro en la B Nacional y porque después de todo eso se necesita tiempo para recomponer al equipo. Pero si no se cree en su trabajo, en lo que hace él, que no se lo manosee, porque es un ídolo”.
Por último, señaló que su relación con Daniel Passarella no es la mejor, y desde esa distancia entiende que sería difícil regresar al Club en el corto plazo: “No hablé más con él desde que me fui en el 2010. No tengo una relación de amistad. Por ejemplo, no lo ví desde el Mundial 98 hasta que volví en el 2006, y después recién lo volví a ver como presidente”.
Más allá de las diferencias y los «enemigos» que ha sabido ganar a lo largo de los años el actual presidente millonario, el apellido Gallardo es uno de los que está en la carpeta de varios dirigentes de peso. Y aunque no sea la opción número uno, las puertas están abiertas. Desde la imprevisibilidad de esta conducción, cualquier cosa puede suceder.
