Ayer por la tarde, la Asamblea de Representantes debía tratar la Memoria y Balance aprobado en Comisión Directiva semanas atrás. Sin embargo, el oficialismo envió un texto con modificaciones. Luego de una serie de discusiones e impugnaciones, la sesión pasó a cuarto intermedio.
De la alegría por el regreso de Ramón a la desilución por un nuevo papelón dirigencial. Todo esto paso en el lapso de seis horas, en el mismo lugar. Porque el mismo recinto que vio la conferencia de prensa con la presentación oficial del nuevo entrenador de River, fue testigo de una nueva Asamblea de Representante de Socios, que terminó de la manera menos esperada.
Sabido es que el Balance aprobado semanas atrás en Comisión Directiva iba a generar discusiones acaloradas en la Asamblea, donde el oficialismo muestra síntomas de fractura. Sin embargo, esta vez llegaron a un acuerdo con los representantes opositores y decidieron pasar a un cuarto intermedio.
¿Qué sucedió? El texto que llegó a manos de los representantes de socios mostraba algunas diferencias sustanciales respecto al Balance votado por los vocales titulares en Comisión Directiva, y estatutariamente no puede avalarse algo así. Además, no contaba con la firma de KPMG, que es la empresa responsable de auditar los números contables y uno de los «caballitos de batalla» del oficialismo para determinar su legitimidad.
En otro acto de desprolijidad dirigencial, la Asamblea se vio imposibilitada de votar la Memoria y Balance, y habrá que esperar hasta el próximo martes.
