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FOTO: Alejandra Colmenares Prieto II La Máquina
FOTO: Alejandra Colmenares Prieto II La Máquina

(INCLUYE VIDEO) En diálogo mano a mano con LA MÁQUINA, Claudio Morresi manifestó su felicidad por el homenaje que recibió desde el club. También recordó los grandes momentos que vivió en el equipo campeón de todo en 1986 y se refirió a Gonzalo Martínez, otro talentoso que arribó desde Huracán, treinta años después de la llegada del «Pitón» al millonario.

Ya no baja como grito de guerra desde los «tablones» de la ex-Almirante Brown alta el «Morresi es /Morresi es / de la gloriosa JP». Sin embargo, el cálido aplauso de los presentes y el recuerdo inoxidable de su talento alcanzan para que la emoción y la nostalgia invadan uno de los recintos del Museo River, colmado por simpatizantes que vibraron con su fútbol y otros que por diferencia generacional apenas pudieron verlo jugar a través de alguna cinta de video. Es lo de menos. Lo importante y trascendental es que River como institución hizo un acto de justicia con Claudio Morresi. Y La Máquina Radio estuvo ahí para dialogar mano a mano con el protagonista de la historia.

-¿Es el primer reconocimiento institucional que le hacen?

-De River Plate, sí. Unido a la otra parte de mi persona, que es la militancia en los Derechos Humanos. Para mi es doble el valor, porque es muy importante que aprendamos a participar en la organización, ya sea en la política partidaria, o en la política de Derechos Humanos, del club, del barrio o en la cooperadora de la Escuela. Eso es maravilloso porque hace que hagamos nuestro barrio, nuestro club, nuestra provincia y un país mucho mejor. Que se siga repitiendo con otros luchadores sociales, sean o no deportistas.

-Más allá de este reconocimiento oficial del club, debe haber un reconocimiento en el día a día, de parte de los hinchas que se acuerdan todas las cosas que vivieron en esa época…

-Para mi es muy común cruzarme en una calle con un hincha de River o un hincha del fútbol y que a uno lo feliciten y agradezcan. Ya pasó tanto tiempo de cuando uno entraba a la cancha y sentía el aplauso de miles, o la sensación que es hacer un gol. Yo no la volví a sentir en ningún lugar del mundo. Es una emoción que no se vuelve a vivir en otro lado. Han nacido hijos y son maravillosos, pero esa emoción no se vuelve a vivir. Que de vez en cuando venga alguien y te salude es revivir esos momentos.

-Pasó tanto tiempo y ustedes quedaron en la historia como uno de los mejores equipos de este club.

-Fue un momento mágico. Se ganó todo lo que se disputó. Se dio la vuelta en la cancha de Boca, en una Bombonera llena, donde había un clima de inmensa hostilidad. Fuimos y uno de los ídolos más grandes de la historia de River tuvo su día especial. Les hizo dos goles, le gritó a la hinchada de Boca mostrándole la camiseta de River. Si sucedió es porque lo mereció esa hinchada y ese equipo. Tenía jugadores de un inmenso valor técnico, pero también un coraje muy grande para enfrentar lo que fuera.

-¿Cuál es el recuerdo más lindo que guardás de esa época?

-Elijo dos. Uno fue el gol que hice de taco, porque me terminó abriendo la puerta a River Plate. No hay muchas filmaciones de esa época, pero fue un taco que le hice un caño a dos jugadores seguidos, una cosa maravillosa. Y fue gol. Después, fue la vuelta olímpica en la cancha de Boca. Hay una foto que tengo guardada que estoy con los dedos en «V», que tienen que ver con la victoria pero también con una ideología política que uno tiene y lleva en la vida.

-Además de lo que simbolizás como jugador de fútbol, hay una parte que trasciende al jugador mismo y tiene que ver con levantar esas banderas de los Derechos Humanos, de militancia y lucha. Después de todo el  tiempo que pasó con la recuperación de la democracia, ¿cómo vivís que hoy los clubes de fútbol como River estén emparentados con esa lucha?

-Los pueblos cierran sus cicatrices cuando hay justicia. En nuestro país no había justicia. Los dictadores no eran juzgados. Los asesinos y torturadores caminaban por la calle. A partir de la anulación de las leyes de Obediencia Debida, Punto Final e Indulto que llevó Néstor Kirchner se pudo enjuiciar. River Plate sacó como socios honorarios a los dictadores. Se empezaron a recuperar en mayor cantidad los nietos. Estamos haciendo un país más digno, más justo, porque estamos cerrando nuestras heridas. Es maravilloso que la dirigencia de River Plate haga estas cosas.

-Se van a cumplir 30 años que llegabas a River desde Huracán. Hoy quizá se vive una situación similar con el «Pity» Martínez. ¿Cómo lo viste en estos primeros partidos con la camiseta de River? ¿Pensás que puede comenzar a escribir la historia grande en este club?

-Tiene unas condiciones maravillosas para triunfar en este equipo. También es cierto que los jugadores necesitan del contexto. Yo no tengo dudas que triunfé en River Plate porque había un River Plate que era maravilloso. Ojalá a este chico lo acompañe y él también acompañe al resto de los compañeros. Está en él y en ese conjunto que lo pueda demostrar y le pueda dar a River tantas cosas que la historia de River se merece.