River jugó al ritmo de Rojas y mostró su mejor faceta desde el funcionamiento colectivo. El resultado final terminó opacando la buena labor del mediocampista, que viene levantando su nivel en los últimos encuentros.
El engranaje del River campeón de todo en el 2014 tuvo una figura invisible. Esos jugadores que nadie ve, que pocos destacan, pero que son piezas fundamentales en el funcionamiento del equipo. Anoche, por fin, volvió Ariel Rojas.
Lejos de descollar con apariciones tribuneras, Ariel Rojas fue el responsable de 34 pases correctos y apenas 2 mal distribuidos. Con un 94% de efectividad, se consagró entre los más regulares de un equipo que no brilló, pero generó mucho. Y muchas de esas situaciones nacieron en los pies del ex-Godoy Cruz.
El resultado final terminó opacando una actuación para ilusionarse. River necesita del mejor Rojas para recuperar su fútbol, pero si los de arriba no colaboran…
