Otra ciudad norteamericana, otra fiesta riverplatense. La filial de Miami armó una fiesta espectacular en South Beach.
Primero, fueron a gozar a la naciente «filial» de Boca en esa ciudad y se trasladaron a su base con un simpatizante vestido de chancho con una sugestiva bikini de Boca, cantándole enfrente del bar y jugando con el chancho.
Luego, se dedicaron a River solamente: se subieron al techo de Manolos, el Monumental de Miami, y colgaron un trapo riverplatense para que todos sepan quien copaba la ciudad ese día. Más tarde, desplegaron una bandera de 100 metros y la pasearon por todo South Beach, bajo la atónita mirada de la gente de Miami y los pocos hinchas de Boca, que nunca habían visto algo así en sus vidas.
El resultado fue anecdótico. Lo que fue inolvidable fue la fiesta y el carnaval que esta filial otra vez causó. Solo un aperitivo de lo que vendrá.