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Pachon Teo

En River están que arden, y no es para menos. Es que la salida de Teo Gutiérrez se convirtió desde el inicio de la Copa América a esta parte en un verdadero calvario, con marchas y contramarchas en negociaciones que, hasta aquí, no avanzaron ni un centímetro. Mucho tuvo y tiene que ver en esta historieta quien se reconoce como su representante, Efraín Pachón, un embarrador de canchas profesional, experto en conseguir que sus representados se vayan mal de sus equipos.

Como sucedió hace un año atrás con Carlos Carbonero, otro de sus futbolistas que fue mundialista mientras vistió la camiseta de River y luego se perdió en el ostracismo de la Serie B italiana, a Teo le lavó el marote con un sinfín de propuestas, verdolagas, transferencias millonarias y ligas de primer nivel que vendrían por él. La ficción, una vez más, superó a la realidad, porque NADIE (literalmente NADIE) ofertó un sólo dolar por el costeño, al menos hasta el momento que se plantó y dijo que su ciclo en River había llegado a su fin.

Lo cierto es que Efraín Pachón ofreció al delantero en cuanto equipo pudo. Hasta llegó a instalar que el Atlético de Madrid vendría por él luego de vender a Carlos Bacca, algo que no sucedió ni sucederá jamás, salvo en los delirios de Pachón. Sólo el Sporting de Lisboa, después de varios intentos fallidos, fue el único que picó y acercará en las próximas horas una oferta para llevarse al jugador y sus problemas, según informaron esta mañana en la portada del periódico deportivo Record.

Pero no es el único protagonista de esta historia. La cabeza de Teo es tan indescifrable que firmó un poder para que su abogado Alberto Fochi Moreno negociara en su nombre durante la Copa América. Cansado de las falsas promesas de Pachón, el asesor letrado se reunió con directivos del Corinthians mientras Teo pasaba inadvertido en su selección. ¿Insólito o parte de una estrategia?

Si el objetivo era desgastar a la dirigencia de River, lo consiguieron. Porque el millonario ahora deberá bajar sus pretensiones a la hora de sentarse a negociar. Primero, porque en Núñez tienen la necesidad de liberar un cupo para poder inscribir a Tabaré Viudez en la lista de buena fe de la Copa Libertadores. Segundo, porque el futbolista acusa una deuda y amenaza con intimidar a la institución en Futbolistas Argentinos Agremiados. Desde la Tesorería del club lo niegan por completo y, aseguran, están al día con todo el plantel, no sólo con Teo. Por lo bajo, algunos directivos afirman que se trata de una vieja promesa de la gestión anterior, que River terminó compensando a principios de año con un aumento del 20% de su salario y la cesión de un porcentaje de su pase.

Por todo esto, a Teo, Pachón y compañía no los quieren ver ni cerca por el Monumental. No sólo los dirigentes. Cada vez que se juntaron con Marcelo Gallardo para hablar de refuerzos y del nuevo plantel, el «Muñeco» les dejó en claro que mientras sea DT, el colombiano no jugará más en River. Y hasta pidió acelerar su salida para sumar otro delantero. En la intimidad del vestuario, tampoco gustó su manera de proceder. Sobre todo después del gesto de Carlos Sánchez, que prefirió resignar días de su descanso para meterse de inmediato en la competencia.

Lo que sigue es historia conocida. «La canción sigue siendo la misma», diría un viejo clásico de Led Zeppelin. Como en Trabzonspor Kulübü de Turquía, Racing, Lanús y Cruz Azul. El final ya está escrito hace tiempo. Desde el primer día, tal vez…