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IMAGEN: Diego Haliasz / Prensa River
IMAGEN: Diego Haliasz / Prensa River

Luego de hacer una escala en Cancún, el plantel millonario ya se encuentra en Monterrey, donde aguarda el encuentro de ida por la final de la Copa Libertadores.  

Un viaje interminable. De esos que cansan, desgastan y molestan. Pero River está dulce. A sólo un paso (o dos) del sueño máximo de una institución que esperó 19 años este momento. Por eso, hasta un vuelo largo se vive con alegría y buenas vibras. El momento lo amerita.

Después de diez horas en el aire, el plantel millonario llegó en vuelo de línea a Cancún, donde hizo una escala de tres horas y luego se subió a un chárter que lo depositó en Monterrey pasado el mediodía. Allí, los dirigidos por Marcelo Gallardo se alojaron en el hotel Quinta Real, donde descansaron por la tarde.

La primera salida fue por la noche. Las altas temperaturas y el cansancio llevaron a trasladar el primer entrenamiento en tierras mexicanas por la noche, donde los futbolistas realizaron algunas tareas físicas y regenerativas. Este martes, River trabajará bajo las órdenes del «Muñeco» en el Estadio Universaritario de Nueva León, donde reconocerá el campo de juego y definirá el equipo que disputará la primera final.