El marcador central de River que firmará contrato con el Everton se va por la puerta grande. Inesperado hace algo más de un año, y teniendo que revertir la imagen que tenía su apellido en el imaginario riverplatense.
Debutó en una goleada de River frente a Gimnasia de Jujuy en el Nacional. Pero lo cierto es que no se afianzó como titular hasta la llegada de Gallardo, ya que tanto para Almeyda (con quien debutó) como para Ramón, no era prioridad en el equipo. Debió afrontar incluso, los prejuicios por portación de apellido.
El primer gran reconocimiento que se lleva, lo obtuvo en aquella tarde lluviosa del 30/3/2014, cuando gracias a Crespi y su maniobra para que Vangioni no pudiera jugar en la Bombonera (extendiendo su suspensión), Ramón eligió a Ramiro para jugar de lateral izquierdo. Finalmente, en un final agónico, el defensor fue quien le dio el triunfo a River con su cabezazo, revirtiendo una racha negativa en ese «estadio», y dándole a River el impulso para terminar siendo campeón.
Gallardo lo eligió como titular cuando, casi por unanimidad, el hincha consideraba que Álvarez Balanta seguiría siendo parte luego de integrar el equipo ganador de Ramón. Se afianzó como titular y a partir de ahí resultó clave en una defensa que terminó saliendo de memoria en la cabeza de la gente. Su otro gran gol, hace unas semanas liquidando la final de la Copa Libertadores. Pavada de aparición.
De ser un jugador más, a la ovación y la melancolía por su despedida. ¿Quién iba a decir que el apellido Funes Mori, quedaría grabado en una gloriosa etapa Riverplatense? No recordado como una gran estrella, pero sí por apariciones en momentos claves. Ramiro lo logró. ¡Adiós, y gracias!
