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De la mano del Muñeco

Con la renovación del contrato de Marcelo Gallardo y la decisión de los futbolistas de rechazar cualquier oferta antes de diciembre, el Mundo River respira aliviado. Cuerpo técnico, futbolistas y dirigentes, todos comprometidos por una misma causa y objetivo: el Mundial de Clubes. 

«Un pacto de caballeros». Ésta es, posiblemente, una de las frases más reiteradas para ilustrar los alcances del acuerdo que sellaron Marcelo Gallardo y Rodolfo D’Onofrio ayer por la tarde en la oficina de Presidencia, ubicada en el primer piso del Monumental. Es que el vínculo que pretende sostener al Muñeco hasta el final de la gestión en curso no tiene cláusulas, ni letra chica ni artilugios legales. Después de todo lo ganado, hay confianza ciega en el DT y una promesa implícita de no impedir su salida en caso de una oferta del exterior o la selección nacional, imposibles de rechazar.

La decisión del entrenador terminó de cobrar forma en Osaka. Allí donde River comenzó a padecer los primeros trastornos post-Libertadores por las horas de vuelo, el cambio de huso horario, el excesivo calor y todo el desgaste físico y mental que significa viajar a Japón sin descanso. Más allá de todas esas dificultades, el Millonario volvió al país con la Suruga Bank, un puñado de dólares y la confirmación del Muñeco apenas arribó al aeropuerto de Ezeiza, cuando los rumores sobre una posible despedida en diciembre empezaban a ganar terreno: «Sí, voy a seguir».

La estadía en el continente asiático, lejos del barullo que genera el día a día en el Mundo River, no sólo sirvió para que el DT meditara sobre su continuidad. Los futbolistas también tomaron una determinación importante. En cierta medida, tejieron otro pacto de caballeros: acordaron que ninguno se irá antes del Mundial de Clubes. El único que no pudo cumplirlo fue Funes Mori, quien de todas maneras contó con el apoyo del entrenador y sus compañeros para decidir su salida al Everton inglés. El resto, dio su palabra de seguir hasta diciembre.

De esta manera, River transitará los últimos meses de otro año glorioso con las patas bien firmes: jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, todos detrás del mismo objetivo y con la certeza que de aquí a fin de año hay que ir por mucho más.