Isotipo_Figuras3
IMAGEN: Alejandro Santa Cruz I Telam
IMAGEN: Alejandro Santa Cruz I Telam

Con un triplete de Lucas Alario y un tanto de Sebastián Driussi, el Millonario goleó a Nueva Chicago en Mataderos y espera un guiño en la Bombonera para seguir peleando hasta el final.

Tenía que cortar la racha adversa. Tenía que cambiar la suerte. Tenía que llegar al superclásico con viento a favor. Y lo logró desde el resultado. Porque River consiguió un gran triunfo en Mataderos, territorio enemigo por historia y antecedentes no tan cercanos. Pero desde el juego, dejó varias dudas y sufrió más de lo imaginado, sobre todo en el inicio de cada tiempo.

El equipo del Muñeco encontró en la inspiración de Lucas Alario la solución a muchos problemas que evidenció en materia defensiva. A los 22 y a los 35 minutos, mandó al fondo de la red los primeros avances del millonario. El primero de los goles, una obra de arte. Sin embargo, a los 38′ descontó el conjunto local con un rebote poco fortuito en Jonatan Maidana.

En el complemento, la postura de los dos equipos desde el arranque fue un calco de la primera etapa. Nueva Chicago apretó a River contra su arco y el Más Grande, con poco juego y muchas dudas atrás, golpeó nuevamente en el mejor momento del rival. A los 18′, apareció otra vez Alario y rompió el arco de Nicolás Tauber, esta vez desde afuera del área. La efectividad del último campeón de América fue demasiado para el Torito, que sufrió el tanto definitivo a 15 de final, en los pies de Sebastián Driussi.

Con esta goleada, La Banda cortó una racha de tres encuentros sin derrotas y complicó la situación de Nueva Chicago, último en el torneo y seriamente comprometido con el descenso. Ahora, espera el superclásico con la ilusión de acercarse a la punta y bajar la líder de lo más alto.