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superclasico cordoba 2

River culminó el ciclo de los súperclásicos con un saldo positivo.

Amistoso si, amistoso no, los dirigidos por Gallardo dejaron bien en claro que con actitud, y carácter se puede llegar lejos. Basándose en baluartes ya consolidados como Ponzio y Mora, el millonario logró un triunfo en un partido de poco calibre pero que permite trabajar con mayor oxígeno y entusiasmo.

Chiarini, Mammana, Vega y Viudez eran signos de pregunta en una previa cargada de mucho colorido, y terminaron siendo sinónimos de confiabilidad para cuando el entrenador necesite recambio. Por último y párrafo aparte, Lucho además de ser el autor del gol, volvió a ser el de sus comienzos y con jerarquía fue la gran manija de los 11 que estuvieron en la cancha.

En conclusión, el champagne sigue sin aparecer, pero la noche se tiñó de rojo y blanco para un River que vuelve a ser River.