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Piscu Sanchez Chapecoense

Cuando la noche de Núñez parecía más oscura que nunca, la zurda de Pisculichi salvó a River,  como en los viejos tiempos.

Jugando bien o jugando mal, rezaba el cantito que bajaba desde la popular como símbolo de victoria. Y el equipo, una vez más, le fue fiel. Hoy más que nunca se vio el River copero y a la vez, un equipo desdibujado como en el campeonato, en un mismo partido, aunque el resultado 3-1 fue favorable.

A la hora de hablar de fútbol, hubo un mal rendimiento colectivo, pero la calidad de River sobrepasó a Chapecoense, un equipo con poca historia. Pero además hay que resaltar el gran momento que está pasando Carlos Sánchez desde lo individual, quien convirtió dos goles e hizo la diferencia.

En conclusión, el millonario ganó y puede seguir trabajando con más aire, más allá de la preocupación que dejó la pobre actuación de muchos jugadores, pero con tranquilidad para encarar lo que viene.