Huracán sorprendió a River en el Monumental y se llevó la victoria por la mínima diferencia en la ida de semifinales. El único tanto de la noche lo anotó Espinoza a través de una jugada fortuita.
En Núñez no hubo sudestada, pero pasó un Huracán inesperado. Es que el conjunto de Eduardo Domínguez consiguió la primera ventaja en el encuentro de ida por las semifinales de la Copa Sudamericana.
River tomó las riendas del partido durante los primeros minutos y trató de empujar su dominio sobre el arco de Marcos Díaz. Sin embargo, volvió a cometer errores infantiles que costaron muy caros. Esta vez, el protagonista fue Milton Casco, que intentó despejar dentro del área y no se percató de la presencia de Espinoza. De carambola, la pelota hizo una parábola y se coló por encima de Barovero.
Con la ventaja tempranera, a River le costó encontrar su juego. Apurado, impreciso, sin lucidez, el millonario se repitió en centros y pelotazos que simplificaron la tarea de los defensores quemeros.
En el complemento, el Muñeco buscó algo de frescura con Viudez y Lucho. Lo consiguió en los primeros veinte minutos, cuando generó algunas situaciones claras a través de algunos encuentros interesantes con Alario y Sánchez. Sin embargo, no estuvo fino en las pocas situaciones que elaboró.
En el último cuarto de hora, el Más Grande padeció algunos contragolpes que pudieron cerrar la serie. Wanchope tuvo la más clara a cinco minutos del final, cuando la pinchó por encima de Trapito y el travesaño salvó a River. ¿Una vida más? En Parque Patricios estará la respuesta.
