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JC Crespi

Un alto dirigente del eterno rival intentó interceder para que FIFA sancionara a Carlos Sánchez y no pudiera participar del Mundial de Clubes. A continuación, los pormenores de otro insólito (fra)caso que involucra a JC. 

No aprende más. No escarmienta. Mueve hilos, llama a fulano, mensajea a mengano. Opera y opera, pero no puede. Es que a JC no le sale una. Sobre todo en el último tiempo, que vive en carne propia los éxitos de su eterno rival y los reiterados fracasos de sus inútiles gestiones para perjudicarlo.

La opereta,  en esta oportunidad, se produjo en la previa del viaje a Japón. Según pudo averiguar LA MÁQUINA, el dirigente boquense trató de interceder en la Conmebol amparándose en un artículo para que Carlos Sánchez no pudiera participar en el Mundial de Clubes. Trató de instalarlo, además, por intermedio de sus periodistas partidarios «adictos», sin demasiada suerte. La Confederación Sudamericana de Fútbol, horas después, ratificó que el mediocampista podía jugar y sólo tendrá que cumplir la sanción en un torneo continental.

El karma de JC con el uruguayo no es nuevo, ni mucho menos. En la previa del superclásico por la Copa Sudamericana 2014, el directivo se comunicó en contadas oportunidades con Oscar Washington Tabárez para que el volante de River jugara los 90 minutos ante la Selección de Chile y llegara cansado al derby en la Bombonera. Meses después, fue el mentor de otra jugarreta que salió mal: trató de instalar a través de un periodista amigo en el Diario Crónica que hubo un caso de infidelidad en el vestuario millonario. Mentira que fue rápidamente desactivada por los propios protagonistas, dentro y fuera de la intimidad de un grupo que se mantuvo unido hasta el fin. ¡Habrá que seguir participando, Juan Carlos!