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IMAGEN: Diego Haliasz II Prensa River
IMAGEN: Diego Haliasz II Prensa River

Con gol de Pisculichi de penal, River se quedó con el primer superclásico del año en Mar del Plata. Hubo cinco expulsados, mucha pierna fuerte y un final que casi termina a las piñas.

En La Feliz, River se fue del estadio José María Minella con una sonrisa de oreja a oreja. Es que el equipo de Marcelo Gallardo se quedó con el primer superclásico del año, que de carácter amistoso tuvo poco y nada.

En otro encuentro plagado de incidencias, polémicas, pierna fuerte y varios errores arbitrales, al millonario comenzaron a facilitarse las cosas cuando el debutante Jonthan Silva metió un planchazo descalificador contra Gabriel Mercado y se fue rápidamente para las duchas.

Pocos minutos después, Carlos Tévez metió la mano en el área luego de un tiro libre de Leonardo Pisculichi y Patricio Loustau, con muchas dudas, sancionó penal. El propio Pisculichi ejecutó y anotó lo que iba a ser el tanto de la victoria.

Con el correr de los minutos, el partido se fue picando y Loustau comenzó a repartir tarjetas por todos lados. A los 20 del complemento expulsó a Gino Peruzzi por un taponazo inexplicable. Apenas 12 minutos después, Daniel Díaz vio la roja por hablar de más. A los 35′, Jonatan Maidana reaccionó ante un insulto de Carlos Tévez y lo atendió con un cabezazo y a Chávez con un empujón. Ingresaron los suplentes y se armó una verdadera trifulca, que culminó con la expulsión de Pisculichi, que ya había salido reemplazado por Tabaré Viudez.

El partido terminó con cinco jugadores menos y la sensación que River no pudo ni supo aprovechar la diferencia numérica ante un rival que se fue rápidamente del partido. Más allá de alguna falencia en la gestación, River celebró la primer alegría superclásica del año y mostró que de guapo, a este equipo, va a ser muy difícil vencerlo.