Por la mínima, River venció a Boca sin brillo pero imponiéndose de forma convincente.
El conjunto de Gallardo fue superior y con un gol tempranero de Pisculichi consiguió la primera gran alegría del año. Sin embargo, a pesar de ir ganando desde el principio hasta el final del partido, futbolísticamente no logró ampliar el resultado. ¿La causa? La falta de ideas y de un delantero con hambre.
De todas formas, a Núñez volvió la tranquilidad. Es que Leonardo Pisculichi, autor del único tanto de la noche, mostró estar bien y cerca del gran nivel que tuvo en la copa Sudamericana. Sumado a esto, la nueva cara, Ignacio Fernández, mantuvo una presentación aliciente para el entrenador
En conclusión: aunque River ganó y no gustó del todo, igualmente esta victoria sirve para trabajar con más oxígeno para lo que viene.
