Como en los últimos superclásicos, el millonario convirtió de penal y se llevó la victoria. El autor del único tanto fue Rodrigo Mora.
Si habría que contarle el partido a alguien que no lo vio, hay que decirle que hubo un gol de penal, y poco más. Porque eso pasó. Ninguno de los 2 equipos jugó bien a nivel defensivo. Boca manejó el ritmo durante la primera etapa, pero la más clara la tuvo River, a manos de Ignacio Fernández cerca del final, algo que continuaría en el segundo tiempo.
En la segunda parte, La Banda fue quien impuso un ritmo favorable, pero la realidad es que cualquiera que llevara un ataque profundo y eficaz se definiría como ganador. En el fondo, ninguno de los dos estuvieron seguros y, más allá de los ingresos, no se vio un cambio notorio. Hasta los 80 minutos. Néstor Pitana cobro un penal luego de una gran jugada individualidad de Gonzalo Martínez y Mora festejó de penal. Nada más.
Así, River sigue de festejo pero habrá que mantener los pies sobre la tierra y ser conscientes que sólo se ganó. Y punto.
