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IMAGEN: Diego Haliasz II Prensa River
IMAGEN: Diego Haliasz II Prensa River

Sin jugar bien. En varios pasajes del partido superado. Con muchas dificultades a la hora de aceitar los circuitos de juego y generar situaciones de gol. Así y todo, River volvió a ganarle a Boca y se quedó con otro superclásico.

Más allá de ser un amistoso de verano, el Más Grande refrendó en Mendoza lo que viene sucediendo desde hace tiempo: al equipo de Rodolfo Arruabarrena le cuesta horrores superar al millonario desde lo mental, en ese partido psicológico que se pone en juego cada vez que se cruzan River y Boca, amén de lo que suceda desde lo futbolístico.

A pesar de cierta superioridad en la primera etapa, el Más Grande logró salir airoso del dominio boquense y en el complemento no sólo emparejó el cotejo, sino que terminó ganando el superclásico con otro gol de penal sobre el final. River se transformó en un verdadero karma para Boca. Y no para de ganarle.