(INCLUYE VIDEOS) Con la presencia de Rodolfo D’Onofrio y Marcelo Gallardo, Andrés D’ Alessandro fue presentado en el Salón Auditorium del Monumental, ante una multitud de medios y directivos. «Llego a un equipo que ganó todo, estoy muy emocionado», señaló la flamante incorporación millonaria.
Pocas veces el Auditorium del Monumental estuvo tan poblado como hoy. Quizá, la vuelta de Ramón al banco de River fue uno de los pocos acontecimientos deportivos que despertaron tanto furor en la prensa, dirigentes y algún que otro hincha que logró colarse al recinto.
Pasadas las 13.35 hs., Marcelo Gallardo, Rodolfo D’Onofrio, Andrés D’Alessandro -en ese orden- ingresaron al salón, acompañados por un aplauso cerrado de Matías Patanián, Jorge Brito, Enzo Francescoli y Eduardo Barrionuevo, sentados en primera fila.
«Estamos sumamente felices porque se cumple algo que pretendíamos todos los riverplatenses. Andrés llega en un momento que tenemos mucho éxito en todo lo que hemos hecho. Este equipo ha logrado excelentes resultados, y la incorporación de él nos va a enriquecer más de lo que venimos haciendo. Sé que Marcelo y él venían han hablado bastante. El convencimiento y el amor a la camiseta lo tienen hoy acá. Andrés, gracias por volver», indicó D’Onofrio en una muy breve presentación.
A continuación tomó el micrófono el Cabezón, y no hizo otra cosa que describir sus sentimientos: «Gracias al presidente y a Marcelo por la confianza, por abrirme las puertas del club. Como ustedes saben, no fue fácil salir de un club donde pasé ocho años de mi carrera, pero tratándose de River…creo que eso hizo que las cosas vayan por el camino adecuado. Intentamos todos hacer lo mejor posible para que este sueño de volver a mi casa después de trece años se haga posible. Estoy muy contento y feliz, es un momento de emoción. Ya dejando atrás todo lo que pasé en el club porque es una nueva etapa, con otras ideas, llegando a un equipo ganador, un equipo vencedor, un equipo que ganó todo. Es un orgullo ser parte de este River de hoy. Llego como uno más, para sumar, a disposición del cuerpo técnico para lo que necesite», definió el zurdo.
Más tarde siguieron las consultas de los colegas y la foto de rigor, con la banda roja en el pecho y un rostro de felicidad difícil de explicar con palabras. El hijo pródigo volvió a su casa. Bienvenido, Andrés.
