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Dalessandro vs Belgrano 2

El flamante refuerzo millonario dio señales de buen fútbol, pero no estuvo en su mejor nivel. Le fue difícil generar situaciones de riesgo y participar de los circuitos de juego. Se lo notó agotado sobre el final del encuentro.

Una noche de domingo volvió . Después de 13 años, Andrés D’ Alessandro volvió a vestir la camiseta de River en un partido oficial. Lamentablemente, su segundo ciclo en el conjunto millonario comenzó con una derrota frente a Belgrano de Córdoba, en el estadio “Mario Alberto Kempes”. Si bien se mostró participativo y preciso, le costó (como a todo el mediocampo de River) elaborar jugadas de riesgo desde su rol de conductor. A su vez, sintió el cansancio físico sobre el final del partido.

El inicio del encuentro lo encontró movedizo y muy atento para recibir el balón. En principio más estancado en el sector izquierdo, por momentos debió retrasarse demasiado para que la pelota llegue a sus pies. A su vez, las constantes rotaciones que el técnico Marcelo Gallardo probó durante el primer tiempo en la mitad de la cancha, le dificultaron encontrar su lugar en el campo. Si bien entró en sintonía con el balón, le costó crear juego asociado y convertirse en el conductor de River. Tuvo una chance de gol muy clara entrando por derecha sorpresivamente, pero remató muy por encima del arco de Belgrano.

Antes de comenzar el segundo tiempo, se lo veía enérgico intentando alentar a sus compañeros, expresando que el 1 – 3 parcial podía revertirse. Comenzó la segunda etapa en un nivel más bajo, pero, con el paso de los minutos, su actuación mejoró, sobre todo cuando logró generar circuitos de juego a partir de los cambios que realizó Gallardo. Las entradas de “Pity” Martínez y Bertolo le permitieron a D’ Alessandro entrar más seguido en el juego asociado y generar avances del conjunto millonario.

A su vez, no estuvo exento de mostrar su talento característico. En una jugada cerca del córner derecho, el enganche de River desplegó toda su magia, cuando se sacó de encima a un jugador rival pisando el balón, para luego pasársela de taco a Mercado. Lujo de crack.

La finalización del encuentro lo encontró con un cansancio físico notorio. Esto generó un profundo repliegue en la cancha, que lo llevó a posicionarse en la posición de segundo volante central, al lado de Nicolás Domingo. Desde allí, D’ Alessandro intentó con pases largos y precisos habilitar a sus compañeros en ambas bandas, para aprovechar salidas rápidas por los costados.

Si bien no fue la mejor noche por la derrota, D’ Alessandro dio muestras de su talento y precisión, que deberá complementar con una puesta a punto desde lo físico y mayor ritmo y velocidad futbolística. Pero eso es problema del lunes. No deja de ser importante que un domingo volvió. Un hijo de la cantera está en casa.