Marcelo Barovero se recuperó de la noche negra ante Colón y tuvo una tarea brillante ante The Strongest. Trapito aguantó un peloteo incesante en el primer tiempo y sostuvo el cero hasta el minuto 89. Nada pudo hacer en la igualdad del local.
Se habló tanto de la altura en la previa, que Marcelo Barovero se lo tomó muy en serio. Es que Trapito se la pasó volando bien alto, de palo a palo, sobre todo en los primeros 45 minutos de juego, en los que The Strongest arrinconó a River y mereció algo más.
Después de un partido para el olvido en Santa Fe, el #1 del Más Grande apareció en toda su dimensión para sacar todo lo que pasara cerca. Es cierto, a los 10 minutos de juego hubo una jugada que estuvo algo lento en el achique y la pelota dio en el palo. Pero a partir de ahí, se erigió como la figura excluyente de un equipo que no podía hacer pie frente a los avances de The Strongest.
En la segunda etapa tuvo un poco menos de trabajo, pero resolvió bien ante cada centro y algunos remates de media distancia. No pudo hacer nada en la última, que fue un penal en movimiento para Alejandro Chumacero, que coronó injusto por lo sucedido en el complemento. Pero Trapito volvió a ser una figura determinante y le dio a River algo de paz en la altura.
