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IMAGEN: Getty
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Cuando suceden múltiples lesiones lo primero que se nos suele venir a la mente es la mala preparación física o inclusive cuestionamos la tarea de los médicos , pero no tenemos en cuenta cómo influye la psicología en un deportista de alto rendimiento.

¿Justo ahora te viniste a lesionar?, nos preguntamos los hinchas. La declaración de nuestro capitán , Marcelo Barovero, hace unos meses sobre el estrés, puede trasladarse al resto del plantel. Uno de los factores de mayor peso en la vulnerabilidad del futbolista a la lesión es justamente el estrés y en muchos casos la lesión puede funcionar como vía de «escape» ante situaciones de mucha presión.

En otras oportunidades, cuando el equipo no viene bien, el jugador pide jugar aunque no esté al 100% de sus condiciones físicas. El querer dar la cara o el querer estar en las mas bravas es algo propio de muchos futbolistas

Otras veces nos fanatizamos y nos preguntamos: ¿Qué problema puede tener un jugador y más si juega en River? Tiene plata, auto, casa de primer nivel, está rodeado por las mujeres más bellas, tiene fama, parece tener todo al alcance de la mano. Sin embargo, no todo es color de rosa. Está expuesto a la presión de obtener resultados, está expuesto justamente a las lesiones (hubo casos de futbolistas que por una lesión tuvieron que abandonar la carrera), están incluidos en pretemporadas o concentraciones largas, no pueden compartir el suficiente tiempo con sus familias y en muchos casos no pueden ver crecer a sus hijos. A veces nos olvidamos que el futbolista, antes de ser jugador, es una persona y puede tener problemas personales como cualquiera de nosotros.

Por último, una vez ya consumada la lesión, es de suma importancia cómo se lleva a cabo la recuperación. Para eso el futbolista debe contar con:

1) Apoyo social
2) Aceptación de la lesión
3) No culpabilizar al futbolista luego de la lesión
4) Controlar las expectativas
5) Tener un control total sobre la ansiedad ( este es el punto más importante)

Las responsabilidades son siempre compartidas y todos tienen alguna cuota. Pero es importante ver las dos caras de la moneda y no quedarse con un fanatismo ciego que no nos lleva a ningún lado responsabilizando sólo a una parte.