El equipo de Marcelo Gallardo apostó al «aguante», pero cometió muchos errores defensivos y se llevó de Quito un 0-2 que hace tambalear la clasificación a cuartos.
En el estadio Atahualpa de Quito, River estuvo lejos de ser River y recibió un duro cachetazo frente a Independiente del Valle. Es que el millonario apostó un pleno a sostener el cero, pero la pasó mal ante Independiente del Valle y se trajo un 0-2 para la revancha.
En la primera etapa, el conjunto local complicó al millonario a las espaldas de sus laterales. Sobre todo por el sector de Gabriel Mercado, que sufrió los 45 minutos iniciales con la velocidad de Bryan Cabezas, autor de todos los centros que llevaron algo de peligro sobre el arco de Barovero.
Para el segundo tiempo, el entrenador de La Banda dispuso romper el dibujo inicial y dejó en el banco de suplentes a Andrés D’Alessandro, uno de los pocos que sostuvo la pelota con criterio en los primeros 45 minutos. Aunque River llegó con más profundidad por las bandas, el partido se hizo de ida y vuelta y lo pagó desde lo físico. A los 18 minutos, una mala decisión de Rodrigo Mora agarró a la defensa mal escalonada y derivó en el tanto de José Ángulo, un fusilamiento inatajable para Trapito.
El último campeón de América fue en busca de la igualdad y estuvo cerca de conseguirla. Con el ingreso de Lucas Alario minutos después del gol de Independiente del Valle, el conjunto de Marcelo Gallardo ganó presencia en el área y tuvo las mejores situaciones. El juez de línea anuló -mal- un tanto del ex-Colón. El #13 perdió de cabeza un gol increíble abajo del arco. Y para colmo, sobre el final, se comió un codazo en la cara pero el juez ignoró la falta.
Cuando el partido parecía que moría con la mínima diferencia, Eder Álvarez Balanta arriesgó de manera insólita en la salida, Jony Maidana quedó mal ubicado y cometió penal. Esta vez si, Heber Lópes vio la falta y pitó. El conjunto ecuatoriano consiguió el 2-0 en los pies de Sornoza y se llevó una victoria que puso a River al borde de la eliminación.
