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Alario Quito

Lucas Alario ingresó en la segunda etapa y fue el atacante más claro del conjunto millonario. Perdió un gol increíble de cabeza, pero fue víctima de una doble injusticia: un gol mal anulado y un penal sobre el final del encuentro.

River careció de juego ofensivo en los primeros 45 minutos. Por eso, y pensando que fue uno de los más afectados en la altura de La Paz, el entrenador millonario decidió resguardar a Lucas Alario para el segundo tiempo. Y el cambio estuvo muy cerca de dar resultados.

Es que el ex-Colón fue protagonista de todas las situaciones de peligro que generó River en el complemento. Tuvo una muy clara de cabeza, frente al arco, que se fue besando el palo derecho del arquero ecuatoriano. Y se vistió de pivote, de espaldas al arco, para habilitar a Gabriel Mercado en una de las pocas subidas del lateral.

Más allá de sus intervenciones, fue víctima de una doble injusticia. Primero, el juez de línea anuló un gol legítimo del artillero de La Banda a los 37 minutos del segundo tiempo, luego de un remate bombeado de Milton Casco. Luego, sobre el final, recibió un codazo dentro del área que tanto el árbitro como su asistente ignoraron. Segundos después, sancionaron un penal para el local. No fue la noche de Alario ni de River. Tendrá la chance de hacer justicia en el Monumental.