En el Monumental, River derrotó a Gimnasia por la mínima diferencia gracias al tanto de Iván Alonso. Leonel Vangioni (ingresó en el complemento) y Marcelo Barovero (sustituido a cuatro del final) se llevaron todas las ovaciones del pueblo millonario.
En el primer tiempo pasó. Muy poco. Casi tan poco que los arqueros fueron espectadores durante largos pasajes de juego. El millonario pareció despertar en el último cuarto de hora, a través de la pelota parada. Primero lo tuvo Iván Alonso con un potente tiro libre que despejó Bologna al tiro de esquina. De ese córner, Gabriel Mercado anticipó a todos de cabeza y la pelota se estrelló en el palo.
En el complemento, Gallardo le dio cancha a Tomás Andrade y el juvenil le dio algo más de frescura al juego ofensivo de La Banda. Ubicado sobre la banda derecha en lugar de Mayada, fue el autor de la presión que derivó en el centro de Leo Ponzio y el gran cabezazo de Iván Alonso, que decretó el primer tanto de River en el partido.
Con el resultado a favor, el conjunto de Marcelo Gallardo controló el partido y no pasó demasiada zozobra, más allá de alguna aproximación del equipo de Alfaro. De contra, tuvo además varias situaciones para estirar la ventaja, dos de ellas en los pies de Lucas Alario, que terminó completando otro partido casi perfecto.
El Monumental volvió a vibrar en dos momentos muy emotivos. El ingreso de Leonel Vangioni a los 20 minutos y la salida de Marcelo Barovero a 4 del final. Fue una verdadera fiesta, más allá del sabor amargo por perder a dos pilares fundamentales del River multicampeón. Un final de película. Un final feliz. Para River, su gente y los que se van por la puerta grande.
