Pese al mal humor generado por el retraso del vuelo rumbo a Mendoza, el plantel millonario recibió el «mimo» de miles de hinchas de River que hicieron el aguante en la puerta del hotel hasta la medianoche, cuando arribaron los dirigidos por Ramón. Una vez más, la ciudad cuyana se tiñó de blanco y rojo.
¿Sorprende lo de la gente de River? A esta altura, se impone un rotundo no, sin temor a equivocarnos. Porque cada vez que el plantel arriba a alguna ciudad o provincia de la Argentina, los hinchas desbordan las instalaciones, los campos de entrenamiento, los espacios públicos y hasta las rutas. El «Millonario» moviliza multitudes a lo largo y ancho del país, y eso ya no es noticia.
Más allá del colorido riverplatense, la nota del viaje la dio el retraso del vuelo que debía trasladar al conjunto de Nuñez hacia la ciudad de Mendoza. Programado inicialmente para las 17.50, el plantel debió soportar varios cambios de último momento. Si bien los rumores en principio hablaban de un pedido de la seguridad mendocina para evitar que las parcialidades chocaran en el aeropuerto, la realidad indica que la decisión partió de la empresa aeronáutica.
Es por esto que el micro que trasladó a los jugadores de River desde Plumerillos al hotel Hyatt llegó al centro mendocino pasadas las doce de la noche, cuando la idea inicial era que el plantel cenara y descansara más temprano. El enojo de Ramón se hizo notar en el Aeroparque Jorge Newbery, donde se lo vio discutir, gesticular y hasta hubo un amague verbal de parte del «Pelado», que expresó la voluntad de quedarse en Buenos Aires de la bronca que tenía.
A los hinchas poco les importó. Ramón les endulzó los oídos al mediodía, cuando señaló en conferencia de prensa que pondría lo mejor que tenía «por respeto a la gente y porque Mendoza es de River». Y una vez más, desde el colorido, el aliento y el aguante, los simpatizantes millonarios volvieron a confirmarlo con hechos.
