Luego de empatar en los 90 minutos sin goles, el superclásico se definió desde los doce pasos. Allí, el conjunto dirigido por Carlos Bianchi se impuso por 5 a 4 y se quedó con la Copa Luis Nofal.
En un partido intenso y con pocas emociones, River y Boca no pudieron sacarse ventajas y tuvieron que definir al ganador desde el punto penal. Más allá de la paridad, el conjunto dirigido por Ramón Díaz fue el que más propuso y tuvo las mejores situaciones para abrir el marcador, aunque esta vez falló en la definición.
El equipo de Carlos Bianchi consiguió lo que fue a buscar: achicar espacios, cerrarle los circuitos futbolísticos a River y apostar casi exclusivamente a la definición desde los doce pasos. De esta manera, el partido se fue apagando en un pobre empate entre uno que quería y no podía, y otro que no quería y se aferró al 0 a 0.
En los penales, el conjunto de la ribera logró lo que habitualmente consigue: sacó una mínima diferencia gracias a las atajadas de Oscar Ustari y terminó ganando la definición por 5 a 4.
Así, el segundo derby quedó en manos del equipo «alternativo» que puso Bianchi en cancha, que se llevó demasiado premio por lo poco que mostró a lo largo del encuentro.