En diálogo con «Closs Continental» (AM 590), el técnico de River habló de todo: la pretemporada, el mercado de pases y la necesidad de recuperar una identidad de juego. Además, le pegó al Chacho y a la dirigencia de Central: «No me gustan los manoseos, los jugadores no son esclavos», aseguró.
El quinto día, Marcelo habló. Sin perder la línea, haciendo hincapié en la trabajo y en la necesidad de volver a creer en su idea de juego, el entrenador de La Banda marcó algunas similitudes con su primera pretemporada en la institución, también desarrollada en los Estados Unidos: «Son distintas, siempre se generan cosas diferentes. Estamos en otra ciudad. Lo único comparable es el tiempo, y las condiciones de trabajo que son las mejores. Tratamos de aprovechar eso, que es muy valioso para un entrenador, tener la posibilidad de trabajar con tiempo es muy importante», indicó el DT millonario.
Las comparaciones son odiosas. Por eso, al ser consultado sobre los refuerzos que abrochó el eterno rival, el Muńeco afirmó: «Tengo que tratar de fijarme en lo nuestro. Nosotros hicimos una evaluación hace un mes y medio atrás, con los dirigentes y Enzo, de las cosas que visualizamos y tenemos que empezar a armar. Los tiempos no son iguales para todos. Yo tengo que estar tranquilo, tengo que trabajar. Es verdad que los entrenadores cuanto más rápido tengamos el plantel conformado mejor, es una realidad. No podés estar esperando, esperando y esperando porque se te viene la competencia encima. Todo este tiempo que tenemos ahora para poder bajar una idea e implementar una forma, después cuando te vienen los jugadores ya termina, empieza la competencia y uno pierde el tiempo de trabajo que uno necesita para eso. No me desespero, si llegan, llegarán. Sino que me digan cuanto antes así cierro los grifos y que no se vaya nadie, porque necesito conformar un plantel para lo que viene», remarcó.
El último año de River dejó desde lo futbolístico más preocupaciones que signos positivos. Para el técnico del Más Grande «es normal que después de todo lo conseguido haya un bache, le pasa a todos los grandes equipos que han conseguido cosas, salvo algunos, que son casos muy puntuales. La vara la habíamos llevado tan alta que siempre se nos exige más que el resto. Los demás se pueden conformar con hacer buenas campañas, a nosotros nos exigen más, y está bien que así sea. A mí me gusta esa exigencia. Está bueno que nos podamos sostenernos en base a esto», reconoció.
Consultado sobre la insistencia para que arribe Luciano Lollo, Gallardo resaltó:«Lo que hemos hablado con los médicos es justamente que hace falta un poco de tiempo para que se recupere. No va a tener problemas, es un jugador que está en condiciones de recuperarse en el tiempo debido y empezar a sumar. Me parece un jugador de muchísima valía, que ha mostrado en un club importante de Argentina un nivel muy parejo. Nosotros necesitábamos reforzarnos en esa zona con jugadores que tengan esa presencia, personalidad. Lollo cuando se recupere va a ser un jugador importante» , señaló en diálogo con «Closs Continental».
Además de avalar la llegada de Enrique Bologna, el Muñeco explicó por dónde pasa la decisión de sostener a Augusto Batalla como sucesor de Trapito: «La salida de Barovero iba a dejar un vacío enorme, se había metido en el corazón del hincha y lo importante que había sido para nosotros en lo futbolístico y humano. A Augusto lo venimos entrenando y preparando para esto. Un jugador que tiene todo el talento y la personalidad para jugar, en algún momento tiene que empezar. Prefiero darle la confianza a él, que está en condiciones de asumirla»., sostuvo el DT.
¿Qué debe volver a tener el equipo millonario para regresar a los primeros planos futbolísticos? «Tengo ganas que recupere muchas cosas el equipo, pero sobre todo que pueda sostenerse con una fuerte convicción de lo que nosotros queremos. Que sea sólido en todas sus líneas, pensar siempre en el arco rival, tratar de jugar lo más lejos posibles de nuestro arco y tener esa fluidez futbolística que en el último tiempo lo habíamos perdido», admitió.
«Un entrenador se tiene que arreglar muchas veces con lo que tiene. Más allá de querer algunos jugadores para jugar de determinada manera, no siempre los podés tener. Entonces te adaptás a lo que tenés. Nunca se sabe además con los jugadores que llegan, porque hay problemas de adaptación. Hay un montón de matices, esto no es matemáticas» , resaltó el técnico millonario a la hora de hablar sobre la falta de refuerzos.
Por su parte, reiteró que no está en su pensamiento renunciar en caso de no llegar los futbolistas que solicitó:«Trato de manejarme con mucha cautela porque estoy en el lugar que quiero. Cualquier excusa serviría para irme, pero no está en mi cabeza eso. Trabajo porque me gusta y me apasiona esto. Trataré de trabajar con lo que tengo, que es bueno pero puede ser mejor» , subrayó.
Para finalizar, le pegó duro y parejo a los dirigentes de Central y al Chacho Coudet: «Cada uno defiende los intereses que le convienen, pero los jugadores no son esclavos de nadie. Yo no voy a tener en mi equipo jugadores descontentos de estar en el lugar donde están. Nosotros hemos hecho una oferta. Después de ahí, si la aceptan o no, es otra cosa. No me gustan los manoseos con los futbolistas. No son esclavos de los clubes, eso hay que saber entenderlo», concluyó.
