Isotipo_Figuras3

POR RODRIGO CARNOVALE

DOLOR FÚTBOL:

Si hubiera vacuna llamada dolor fútbol, seguramente muchos hubiésemos querido que se nos aplicara una vacuna que te durmiera antes del 26 de Junio del 2011 y te despertara después del 23 de Junio del 2012. Una vacuna que no la sentís. Como si fuera dormir una noche. Y que se debería haber aplicado para no ver al más grande en canchas que nada tienen que ver con nuestra historia. Una vacuna que sólo entendemos los que amamos esta pasión que no se explica, se vive.
Lamentablemente, esa vacuna no existe y muchos hicieron posible lo peor. Sí, lo peor, porque nunca se terminó de tocar fondo.  Desde el 2002 hasta la fecha, fuimos en caída libre, sin escalas.
En el 2010, en enero de ese año, comenzó mi preocupación. Aunque algunos subestimaban los promedios y te decían: «No te preocupes, esto es RIVER». A pesar de eso, yo me preocupé y recurrí a un amigo mío, hincha de Racing él. ¿Porque hice esto? Porque era un experto en el tema promedios y la tenía muy clara, no te decía una palabra de más ni de menos.
Mi amigo me dijo, «están muy complicados»,  y yo le dije «dale, no me jodas«. Él me miró a los ojos y señaló una tabla que armaba, y así era nomas. A mitad del 2010 arrancaba el más grande de la Argentina en esa tabla de promedios, último sin contar los ascendidos. Sí, había leído bien, ÚLTIMOS.
Claro, últimos habíamos quedado en uno de los campeonatos de esos seis que nos metieron en ese lío que nunca pensamos. ¿Se puede hacer todo mal? Quedó demostrado que si, nada bien. Y cuando digo nada, es nada.
Había que afrontar lo más duro para algunos, lo más difícil de la historia. Pero el presidente de turno puso de entrenador a Ángel Cappa. No a Ramón o al «Tolo» Gallego, puso a Cappa. «Angelito» duró menos que un suspiro. ¡Qué manera de perder el tiempo, prestigio y sobre todo puntos!
Supusimos en ese momento que ahora sí iban a llegar Ramón o Gallego, porque queríamos sí o sí una persona con personalidad para el momento. ¿Qué hizo el presidente de turno? Puso a Jota Jota López, con tres descensos en sus espaldas hasta ese momento. Con este presidente de turno pasa todo lo insólito. Lo mismo le pasaba cuando era técnico y quedaba afuera de las copas en primera rueda. Parecía un chiste pero era realidad.
Llegó fin de año y había que traer refuerzos para lo que venía. Se aproximaba una guerra de seis meses. ¿Pero el presidente de turno que hizo? Trajo a Bordagaray. Se seguían subestimando los promedios, pero sobre todo nos subestimaban a nosotros, sin importarles nada y con una soberbia increíble.
A mitad del torneo, River entró en dudas y sus dirigentes se peleaban con Grondona en AFA, los jugadores no daban dos pases seguidos, no levantaban las piernas y no llegaban al arco rival, aunque muchos rivales daban ventaja. Ni así. Todos los que estaban adentro subestimaron el tema. Hasta el arquero que salía a gambetear y se comía goles de manera increíble. Todos menos los hinchas, los que siempre están y sufren como nadie.
Terminó el campeonato y las caras lo decían todo. Lo peor ya estaba en puerta. River estaba en Promoción. Era la noticia que jamás quisimos escuchar o ver, pero lo peor no había venido.
En Córdoba tuvimos la ventaja de ir al hotel. Queríamos darle fuerza a los muchachos, ahí lo único que importaba era ganar como sea, era una guerra. Pero nos encontramos con que el presidente de turno no estaba, como todo el campeonato, una vergüenza, una más. Sí estaba el vice, vendiendo entradas (papelón) y los jugadores y el cuerpo técnico, que tenían una cara de preocupación y miedo que nos decía todo. El partido, ya saben, no se los voy a contar yo. Si no saltaban a la cancha los encapuchados, nos comíamos cuatro. Otro papelón y ahí si vi lo peor, la vuelta con neblina de Cordoba fue el peor viaje de mi vida, entre lagrimas, bronca y ganas de irme del país. Así era el sentimiento, solo para entendidos.
Quedaba una guerra, pero ya no teníamos armas y el rival con mucho menos pero mejor de la cabeza, vino hacer lo suyo. Pasó de todo. Sí, ese 26 de Junio, pasó de todo. Todo mal, ¿que se podía esperar del presidente de turno? DANIEL ALBERTO PASSARELLA, dejaba de ser el presidente de turno para pasar a ser el PRESIDENTE DEL DESCENSO.
Creíamos que lo peor había llegado, pero no. Tuvimos que ver a River jugando en otra categoría, tuvimos que pasar el peor año de nuestras vidas, el peor día de nuestra vida, solamente comparable con una pérdida familiar. Soportamos cosas insoportables. La gestión actual culpando a la anterior y la anterior culpando a la actual. Impresentables y culpables todos.
Dolor fútbol, dolor al corazón, dolor que todavía no se puede explicar con palabras. Dolor que vamos a llevar siempre con nosotros. Pero el presidente del descenso, que poco le importó el socio y el hincha, logró algo. Sí, logró que ese gran jugador que fue ya no lo sea, y que nosotros nos unamos mucho mas. Logró que podamos conocer a gente que ama esta locura y sufre como uno y que comparte que lo que no te mata, te fortalece.
No fue lo único. Logró también, por sobre todas las cosas, que la gente sana se comprometa mucho mas y dentro de poco River vuelva a ser River.
Dolor Fútbol, la vacuna que se debía haber aplicado antes del 26 de Junio del 2011 para dormir un rato y no ver lo que nos hicieron ver. Lamentablemente, este capítulo negro lo vamos a llevar siempre con nosotros, pero nadie me quitará de la cabeza que al descenso los hinchas no nos fuimos. Se fueron ellos, se fueron AGUILAR y PASSARELLA, para nunca más volver.