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river-independienteEl equipo ‘muletto’ de River cayó ante Independiente por la mínima diferencia en Avellaneda y dejó escapar otra chance inmejorable de acercarse al puntero. Contra Boca, cueste lo que cueste…

El empate de Estudiantes y la caída de Newell´s en la previa encendieron una llama de ilusión. Es que River tenía otra chance inmejorable para acercarse al único líder y quedar a sólo cinco puntos de la cima. Sin embargo, el equipo ‘muletto’ que plantó Marcelo Gallardo se fue con las manos vacías de Avellaneda y la sensación que la cabeza está en otro lado. Al menos, hoy por hoy.

En la primera etapa, el millonario comenzó mejor. Se plantó en campo contrario, manejó más (y mejor) la pelota y contó con un par de ocasiones muy claras para ponerse en ventaja. A los 8 minutos y tras un córner ejecutado por Rodrigo Mora, Gonzalo Montiel estrelló un cabezazo en el palo. Once minutos después, otro centro del uruguayo cayó en el corazón del área, pero esta vez el cabezazo de Marcelo Larrondo se fue besando el palo izquierdo de Martín Campagna.

El local, aturdido por las reprobaciones de su propio público, esbozó algún tipo de reacción a partir de algunos balones detenidos. Aunque la más clara llegó recién a los 33 minutos de juego. En una jugada similar a la que tuvo Larrondo en el otro arco, Germán Denis cabeceó en esta oportunidad por encima del travesaño ante la salida a destiempo de Augusto Batalla.

En el complemento, la cosa fue mucho más pareja. River perdió el control del balón, Independiente comenzó a ganar en la zona media y complicar a los centrales de River. A los 14 minutos avisó Diego Vera, con un remate apenas desviado. Pocos minutos después, el Rojo llegó otra vez a la zona de peligro con un cabezazo de Víctor Cuesta, que salió muy cerca del palo derecho de Batalla.

Sin embargo, el equipo de Gabriel Milito llegó al gol recién a los 27 minutos, contando con esa dosis de fortuna , algo esquiva en las últimas fechas para los de Avellaneda. Tras un centro de Rigoni, Martínez Quarta alcanzó a peinar el balón, descolocó a sus compañeros y habilitó a Diego Vera, que volvió a convertirse en verdugo del Más Grande y anotó el único tanto de la noche.

El gol del uruguayo cerró un partido que tenía destino de empate. A River -o en su defecto, al entrenador- poco parece importarle. Contra Boca, cueste lo que cueste…