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FESTEJO BAJO EL AGUA (IMAGEN: Prensa River)

Con goles de Lucas Alario (penal), Sebastián Driussi y Lucas Martínez Quarta, el elenco de Marcelo Gallardo derrotó 3 a 1 al Deportivo Independiente Medellín y pisó fuerte en el debut copero. El partido estuvo suspendido poco más de 45 minutos por un fuerte diluvio que azotó el Atanasio Girardot.

La Copa Libertadores es la obsesión. No importan las condiciones climáticas ni los 140 milímetros de lluvia que cayeron durante la jornada del miércoles en la ciudad de la eterna primavera. Aunque por momentos chapoteó de lo lindo, River pisó fuerte en Medellín y se trajo un triunfazo de Colombia.

Luego de una larga interrupción y regreso a los vestuarios cuando iban sólo 28 minutos de juego, el millonario entró más metido y sacó provecho en la reanudación. A los 29′, el estado del campo le jugó una mala pasada a Andrés Mosquera, que se tiró a barrer y derribó a Lucas Alario dentro del área. El #13 pidió el balón y estampó desde los doce pasos el primer grito de la noche.

Cuatro minutos después, el D.I.M. volvió a mostrar flaquezas defensivas. Marlo Piedrahíta sujetó a Gonzalo Martínez cuando se escapaba por la izquierda. Tras el tiro libre ejecutado por el propio Martínez, falló David González en la salida y lo aprovechó Sebastián Driussi, que recibió un regalo del arquero en el punto del penal y definió con el arco semi vacío.

En el comienzo del segundo tiempo, el elenco de Zubeldía falló otra vez en el balón detenido. Luego de otro tiro bien ejecutado por el Pity, Cristian Nazarit cabeceó hacia el medio y permitió que Lucas Martínez Quarta, con un movimiento de primera, estampara el 3-0 cuando iban apenas 6 minutos del complemento.

A partir de ahí, el elenco del Muñeco comenzó a desacelerar paulatinamente. El D.I.M., más por inercia que por funcionamiento, se acercó más al arco de Batalla, que respondió siempre bien y con solvencia. A sólo dos minutos del final, el juez brasileño cobró una falta inexistente del #1 del Más Grande. Más allá del descuento final de Juan Quintero, la historia ya estaba juzgada.

El millonario volvió a mostrar presencia, personalidad y ráfagas de buen juego ante el líder del fútbol colombiano. Nada mal para la presentación del Más Grande de América, que sueña con poner la cuarta chapita en el trofeo más anhelado del continente.