En diálogo con Olé, Augusto Batalla habló de su presente en el arco millonario y la tranquilidad que fue sumando partido a partido. Además, agradeció el apoyo de Marcelo Gallardo y sus compañeros, contó lo que significa reemplazar a Marcelo Barovero y aseguró que no se ve atajando en otro arco que no sea el de River.
Castigado en exceso por errores lógicos de inexperiencia, Augusto Batalla volvió a ganarse dentro de la cancha el apoyo del entrenador, de sus compañeros y también del hincha de River. Hoy, con treinta partidos sobre el lomo defendiendo el arco más grande de Argentina, el #1 millonario siente más aplomo y confianza: «A mí me tocaron momentos muy ingratos y otros de mucha felicidad, pero uno con el tiempo va asumiendo todo. Y hoy me siento más en paz a la hora de entrar a un campo de juego, estoy más tranquilo», reconoció.
«Más allá del cariño que le tenemos a esta camiseta, debemos tratar de serenarnos, ponernos en paz para rendir. El mundo del fútbol es muy difícil de llevar, agobiante, y más cuando tenés 20 años… Se hace jodido llevarlo adelante con la calma que uno desearía, pero me siento más tranquilo», agregó el arquero del Más Grande en diálogo con Diario Olé.
A la hora de hablar de responsabilidades, el juvenil portero millonario admitió: «Uno siempre se exige. Los primeros seis meses tratás de hacer todo perfecto, y uno tiene que entender que es un partido de fútbol, que las cosas no van a salir siempre así, que te puede ir muy bien o muy mal, pero que eso no te tiene que sacar del eje. Con el paso del tiempo sumo experiencia que me ayuda porque después de todo hay pocos arqueros de 20 años que puedan estar atajando en un equipo grande. Todavía me quedan cosas por aprender», aseguró.
Por su parte, mostró gratitud por el apoyo que le dio Marcelo Gallardo, aún en los momentos más difíciles: «Lo dije siempre: le voy a estar agradecido toda la vida a Marcelo por la confianza. Y esa tranquilidad de la que hablaba antes también me la dio él, su cuerpo técnico y mis compañeros. Tengo la posibilidad de tener un DT y un grupo que me acompañaron, que confiaron en mí y que en los momentos buenos me mantuvieron en un nivel y en los malos me levantaron para volver», reveló.
¿Qué significa reemplazar a un ícono de estos tiempos como Barovero? «Marcelo dejó un legado muy grande y marcó una historia. Voy a estar siempre agradecido con Barovero por lo que me dio como persona y como arquero, y está bueno que la gente lo vaya sintiendo así: él fue muy importante y ahora uno está en ese lugar, asumiendo un rol difícil», remarcó.
Para finalizar, se refirió al futuro y a sus ganas de seguir defendiendo el arco millonario por mucho tiempo: «Pienso en objetivos cortos, en Godoy Cruz, en Quilmes, la Copa, Tigre. Toda mi vida, desde que tengo tres años, fui consciente de que mi sueño es ganar la Libertadores con River. Y recién después de hacer eso, ver qué pasa. Y si logro ganarla y el club me da la posibilidad de seguir, y ves que todos están contentos y venís a trabajar con placer, me darían muchas ganas de seguir», cerró el #1 de River. Hoy, más indiscutido que nunca.
