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IMAGEN: Prensa River

Augusto Batalla (8): Apareció en momentos claves del partido, cuando el rival arremetía para inclinar la balanza a su favor, y permitió mantener el empate parcial. Le ganó dos veces a Vides, saliendo perfectamente hasta la medialuna del área y ganándole en velocidad al rival, y utilizando los pies para despejar instintivamente. Transmitió seguridad. Estuvo bien saliendo por abajo y descolgando en las alturas.

Jorge Moreira (6.5): El gol de Emelec al minuto de juego es error suyo, al llegar tarde para tapar a Preciado. Pero se repuso y tuvo su redención al meter el gol del empate, empalmando una pelota que le había bajado Alario. Antes y después, fue vital en la salida desde atrás y la llegada al área rival por su andarivel.

Jonatan Maidana (6.5): Dudó en la jugada del primer gol, pero con el correr de los minutos se volvió a ver al Maidana que todos conocemos. Férreo en la marca, jugó el tipo de partidos que se espera de un central en la Copa. Si bien Emelec penetró en un par de ocasiones la defensa millonaria por abajo, poco pudo hacer por arriba, en especial por la actuación de Maidana.

Lucas Martínez Quarta (7): Otra gran actuación del joven central, que no le pesó las condiciones adversas de jugar de visitante en un terreno hostil. Demostró su clase, saliendo con la pelota limpiamente siempre. En un par de ocasiones los delanteros rivales pudieron traspasar la muralla defensiva, pero en general ganó.

Milton Casco (6.5): Buena actuación de Milton, que subió en repetidas ocasiones y causo peligro con su llegada hacia las inmediaciones del área. Estuvo cerca de su gol también, mediante el remate de media distancia, y tuvo eficacia en los centros. Marcó con fiereza.

Leonardo Ponzio (6): Tuvo que trabajar mucho, y en varias ocasiones fue sobrepasado. Pero las corrió todas y fue importante para liderar con su presencia. También fue vital en la salida desde atrás.

Gonzalo Martínez (6.5): Estuvo picante el Pity, que tenía ganas de meter su gol desde el principio, intentando una chilena, o rematando desde afuera del área haciendo que la pelota bese el poste. De mayor a menor, su fútbol se fue diluyendo con el trascurso del partido y terminó siendo reemplazado.

Ignacio Fernández (7): Líder ofensivo del equipo, hizo circular el balón, llegando con peligro hacia la medialuna del área rival y eligiendo bien el pase a sus compañeros. Pudo haber hecho más si no fuera por las continuas faltas de los jugadores de Emelec.

Ariel Rojas (6): Hizo el trabajo sucio en la marca, cubriendo los sectores y ayudando a Ponzio. Cuando le llegó la pelota, puso buenos pases a los que estaban abiertos. En uno de esos pases, le puso una hermosa pelota a Casco, que definió mal.

Sebastián Driussi (6): No pudo hacer valer su peso ofensivo en el área, y se lo vio saliendo a los costados en varias ocasiones. Aun así, cuando agarró la pelota siempre le dio buen destino, encontrando a compañeros mejor ubicados.

Lucas Alario (7.5): Tuvo que batallar bastante, pero como un típico goleador, las pocas que tuvo las mando adentro. En el primer gol asistió a Moreira, y en el segundo, eligió perfectamente el primer palo del arquero. Tuvo un par de ocasiones antes de su gol, pero metió la más importante.

Ingresaron:

Camilo Mayada (6.5): Buena entrada del uruguayo, que reemplazando a Nacho le dio mucha verticalidad al equipo y hasta tuvo una oportunidad de gol. También fue importante para fortalecer la faceta defensiva.

Rodrigo Mora (7): Otro que entró y revitalizó al equipo, cumpliendo una gran noche. Tuvo un rol esencial al no dar por perdida la jugada del segundo gol, y de pasarle la pelota a Alario para el gol.

Iván Rossi (6): Entró para defender los últimos minutos, y lo hizo de buena manera.

Marcelo Gallardo – DT: Excelentemente planteado, el equipo no se desesperó luego del tempranero gol rival. Siguió jugando de la misma forma que impone su DT. El Muñe tampoco se equivocó en los cambios, que nuevamente ganaron el partido.

Árbitro, Roberto Tobar: Mediocre. No se equivocó en jugadas decisivas, pero dejó pegar mucho al elenco rival, pecando de localista.