Carlos Sánchez señaló que River hoy es un equipo mucho más ordenado y no se desespera si las cosas no salen de la mejor manera. Además, remarcó la diferencia con el equipo de Almeyda: «este partido lo perdíamos por infantiles». También expresó su arrepentimiento por el cabezazo que le dio a Leguizamón.
No está pasando por su mejor momento, pero sabe que hoy su función es otra. Más contenido, sin tanta llegada al arco rival, Carlos Sánchez apunta a mejorar una de las facetas que busca explotar el «Pelado»: el equilibrio.
Es por eso que en diálogo con ESPN, el volante charrúa remarcó la importancia de mantener el orden en todas las líneas: «Ramón nos pide que no bajemos los brazos y que no nos desordenemos. El año pasado, con Matías (Almeyda) este partido lo perdíamos por infantiles», señaló el uruguayo. Además, agregó: «Aprendimos a no desordenarnos. Antes nos metían un gol y por la desesperación no pateábamos más al arco rival».
Por último, se refirió al polémico episodio con Leguizamón, el delantero de Tigre que recibió una agresión que pudo costar muy cara si Lunati observaba el cabezazo de Sánchez: «Estoy arrepentido. Fue un momento sin pensarlo, feo. Después que pasó, me dije que no estaba bien. El fútbol es un espectáculo y hay que vivirlo de tal manera», concluyó el volante oriental.
