El equipo de Marcelo Gallardo se florea cada vez que sale a jugar de visitante. En este 2017 ganó los siete partidos que jugó fuera del Monumental. Además, marcó 18 goles que se reparten entre diez futbolistas. Un River demoledor lejos de casa.
River sale a ganar en todos lados, es el latiguillo que utilizaron absolutamente todos los protagonistas antes de viajar rumbo a Arequipa, donde el millonario necesitaba rescatar apenas un punto para abrochar el primer puestos del Grupo 3. Sin embargo, más allá del ese lugar común que suelen utilizar los futbolistas/entrenadores, este equipo de Marcelo Gallardo parece estar programado sólo para una cosa: GANAR.
Lo particular de este 2017 es que al millonario le sienta bien jugar fuera de casa. No se apichona. No pierde la escencia. Los números son demoledores. Es que La Máquina del Muñeco lleva disputados 7 partidos en condición de visitante y no dejó hasta aquí puntos en el camino.
Tras la derrota ante Lanús en La Plata (estadio neutral), el elenco de Marcelo Gallardo hilvanó 7 victorias al hilo como visitante. La racha comenzó en Medellín, donde River debutó en la fase de grupos de la Copa Libertadores con un contundente 3 a 1. Pocos días después repitió el mismo resultado visitando a Lanús por el torneo local. Más adelante llegó un 2-1 ante Godoy Cruz en Mendoza y otro frente a Emelec en Guayaquil. Casi sin descanso, el Más Grande se bajó del avión y venció 2-0 a Tigre en Victoria. Finalmente, se llevó el superclásico en la Bombonera con un histórico 3 a 1 y cerró una semana redonda con el último 3 a 2 en Arequipa visitando al Melgar.
Por su parte, el poder ofensivo del millonario se puede traducir en goles. En total, son 18 los goles que anotó fuera del Monumental. Todos ellos, se reparten entre 10 jugadores: Lucas Alario anotó 5, Sebastián Driussi 3, Rodrigo Mora 2, Gonzalo Martínez 2, Martínez Quarta, Ariel Rojas, Carlos Auzqui, Jorge Moreira, Camilo Mayada e Ignacio Fernández 1 ¿Los goles en contra? Son 7. Un promedio de 1 gol recibido por partido. Cifras demoledoras para este River que se acostumbró a festejar lejos de Núñez.
