El plantel millonario arribó el martes por la noche a Tucumán, donde fue recibido por una multitud, desde su llegada al aeropuerto hasta la puerta del hotel. Allí, firmaron autógrafos, posaron para las fotos y recibieron el apoyo en la previa de una partido que será una final para River.
No sorprende. No es novedad. Pero no deja de emocionar. Cada vez que el plantel de Marcelo Gallardo aterriza en algún aeropuerto lejano al de Ezeiza o al Aeroparque porteño, hay una multitud de simpatizantes de La Banda esperando por River.
No son los Rolling Stones ni los Beatles. Pero no tienen que envidiarlos. Desde temprano, miles de tucumanos se congregaron en la puerta del Hotel Sheraton para estar cerca de sus ídolos. Al momento que arribó el equipo, eran más de 6 mil almas alentando y desatando una verdadera fiesta roja y blanca.
Los jugadores, desde sus celulares, capturaron el momento emotivo y lo compartieron a través de sus redes sociales. No es para menos. Tucumán es de River, decía una de las tantas banderas. Una verdad irrefutable.
