Con goles de Nicolás Blandi y Paulo Díaz, San Lorenzo venció a River 2 a 1 y complicó al millonario en la lucha por el torneo. El único tanto lo marcó Sebastián Driussi de penal, que pocos minutos después tuvo que salir del campo de juego por una lesión en el aductor.
River llegó al Nuevo Gasómetro con la ilusión de sumar tres puntos y llevarse del Bajo Flores la punta del campeonato, al menos hasta que jugara el eterno rival. Sin embargo, desperdició una chance inmejorable y se quedó con las manos vacías, en un partido en el que los errores propios costaron demasiado caros.
En la primera etapa, el elenco de Marcelo Gallardo asumió el protagonismo y se hizo dueño del balón. Al mismo tiempo, el equipo azulgrana apostó a esperar en su campo y salir rápido de contra. Por eso, River fue dominador absoluto del juego y tuvo las mejores chances de gol.
Sin embargo, la primera emoción de la tarde fue para el local. Con un lateral desde el margen derecho, el Ciclón «madrugó» la defensa millonaria y encontró el gol, desde la genialidad de Belluschi para enviar el centro de primera y la repentización de Nicolás Blandi para definir de aire, como venía, imposibilitando cualquier tipo de reacción.
El elenco del Muñeco siguió con su libreto y siguió buscando espacios. A los 19 minutos, Gonzalo Martínez profundizó el ataque por la banda izquierda, llegó al fondo, metió un centro filoso, pero se antepuso el brazo de Marcos Angeleri. Nada para discutir. Penal y gol de Sebastián Driussi, el pichichi de River.
Ocho minutos después, el partido mostró una señal negativa para River: Driussi resbaló en la mitad de la cancha, le tiró el aductor y tuvo que dejar el campo de juego. El Más Grande perdió uno de los grandes baluartes de su poderío ofensivo. Su reemplazante fue Iván Alonso, con características y un presente absolutamente dispares a las del goleador millonario.
Si el primer tiempo dejó la sensación que River tenía más argumentos para ganarlo, el segundo tiempo mostró otra cara. Al menos, en los primeros diez minutos, en los que San Lorenzo comenzó a manejar un poco más la pelota, atacó con más gente por el sector de Camilo Mayada y desnudó algunos problemas defensivos a las espaldas de Leonardo Ponzio, que comenzó a perder más de la cuenta en la zona de combate.
Sin embargo, el equipo de Aguirre llegó al segundo gol pura y exclusivamente gracias al millonario y otro error en el arco. Tras un centro al corazón del área de Belluschi, Augusto Batalla salió flojo con los puños, hizo rebotar la pelota en Paulo Díaz y terminó padeciendo otro gol increíble.
El tanto del defensor chileno con la complicidad del #1 de River volvió el partido a fojas cero. El local volvió a refugiarse en su campo; el millonario tomó otra vez el protagonismo. Sólo que ahora no tenía a Driussi en campo y el impacto del segundo gol había golpeado un poco más. El Pity Martínez perdió explosión, Nacho lucidez y Rojas no estuvo en su nivel habitual. Así y todo, tuvo una chance inmejorable para igualar en los pies de Carlos Auzqui, pero el ex-Estudiantes definió a las nubes. También la tuvo Iván Alonso sobre el cierre, pero cabeceó débil, a las manos de Navarro.
El equipo de Marcelo Gallardo dilapidó una nueva chance de llegar a lo más alto de la tabla y meterle presión al eterno rival. Volvió a dejar la sensación de equipo endeble cuando faltan sus habituales titulares y falló en las dos áreas. Así, parece utópico arrebatarle el torneo al rival de toda la vida.
