River jugó mal y apenas rescató un punto ante Tigre en Victoria. El único tanto millonario lo marcó Ignacio Scocco de penal. Lucas Janson igualó para el Matador. Ignacio Fernández sólo jugó 42 minutos por una sobrecarga en el isquiotibial.
En un partido muy disputado, con pierna fuerte y varias polémicas arbitrales, el equipo de Marcelo Gallardo apenas pudo sumar una unidad. Fue 1 a 1 ante Tigre, con otra floja actuación en líneas generales y algunos rendimientos individuales que preocupan por demás.
En la primera etapa, el partido se dio a pedir de River. Es que a los 9 minutos derrumbaron a Nacho Fernández en el área y Ariel Penel no dudó. Penal y gol del otro Nacho, Scocco, el goleador del millonario que llegó a su noveno grito con la camiseta del Más Grande.
Sin embargo, lejos de dominar las acciones, el elenco del Muñeco cayó en el barullo que propuso el equipo de Caruso Lombardi. Más allá de alguna que otra situación aislada para aumentar, River no tuvo el control. Y desde ahí, el local comenzó a complicar con algunas contras y balones aéreos.
A los 17 minutos, el local tuvo la posibilidad de igualar desde los doce pasos, luego de una mano involuntaria de Leo Ponzio dentro del área. Germán Lux se vistió de Marcelo Barovero con un buzo verde y tapó el remate de Denis Stracquarlursi. A los 34, Maximiliano Caire llegó hasta el fondo, metió un centro al primer palo y el diminuto Lucas Janson anticipó de cabeza para establecer la igualdad en el marcador.
River sintió el impacto. Para colmo, a los 42 minutos de juego perdió a Nacho Fernández por una sobrecarga en el isquiotibial de la pierna izquierda. Y jugó al borde del abismo hasta que Caruso Lombardi sacó al delantero más picante que tenía para la contra. Adentro un defensor (Esteban Giambuzzi), afuera el mejor de la cancha. Insólito. Alivio para el millonario.
En el complemento, lo mejor del elenco del Muñeco pasó por los pies de Enzo Pérez y algunas apariciones de De La Cruz. De una habilitación del uruguayo llegó uno de los pocos mano a mano que tuvo el Más Grande. Pero Carlos Auzqui definió al cuerpo del arquero. El mismo Pérez estuvo cerca de llegar al gol en una de las tantas jugadas que pisó el área. Un zurdazo con rosca que se fue muy cerca del segundo palo. Y De La Cruz, otro que probó bastante desde afuera, estuvo muy cerca de convertir.
Más allá de las llegadas que acumuló en los últimos minutos, a River le faltó claridad en los últimos metros. Terminó siendo un equipo bastante previsible. Con mucho juego interno y poca terminación por las bandas. Fue igualdad con sabor a muy poco. A cortar la resaca de una buena vez.
