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RIVER DEJÓ ESCAPAR OTRO SUPERCLÁSICO POR ERRORES PROPIOS (IMAGEN: Getty)

River cayó 2 a 1 en un superclásico lleno de desaciertos y polémicas. Néstor Pitana expulsó a Nacho Fernández y Edwin Cardona, autor del primer gol del rival. Pese al empate transitorio de Leo Ponzio, un horror defensivo compartido entre Milton Casco y Germán Lux posibilitó la victoria del eterno rival. 

En la primera etapa, River tomó el protagonismo del partido en los primeros minutos y arrinconó a Boca en su campo. Son embargo, no encontró la claridad necesaria en los últimos metros para preocupar a Agustín Rossi. Sólo contó con un remate forzado de Ignacio Scocco y otro de Ariel Rojas, desde afuera del área, que alcanzó a desviar el arquero.

A los 38 minutos, llegó la jugada que “rompió el partido”. Nacho Fernández fue a disputar un balón con Edwin Cardona. El volante millonario llegó a destiempo y le metió un planchazo al colombiano. Pitana, al lado de la jugada, lo mandó a las duchas. De esa jugada llegó el tiro libre y el primer tanto de la visita, a través de un ajustado remate del propio Cardona.

En el complemento, el equipo de Marcelo Gallardo volvió a ser protagonista en los primeros minutos. Esta vez sí dejó en posición de gol a Nacho Scocco, que definió con un disparo cruzado que alcanzó a manotear Agustín Rossi.

A los 10 minutos, el 10 del eterno rival fue otra vez protagonista del clásico. Esta vez, le metió un manotazo a Enzo Pérez forcejeando una pelota y el juez lo expulsó. Diez contra diez, el Más Grande creció y comenzó a generar algo de peligro, todavía sin la claridad necesaria para vencer la resistencia del equipo del Mellizo. A los 27’, el que agarró la batuta fue Leo Ponzio, que probó desde afuera y la clavó en un ángulo. Grito de desahogo para River, que merecía mínimamente el empate.

Sin embargo, la alegría duró poco. Cinco minutos después, el elenco del Muñeco volvió a dormir en otro lateral, y de un pelotazo cruzado a las espaldas de Casco llegó el zapatazo de Nández que descolocó a Lux y a todo River.

El millonario salió otra vez en busca del empate, pero a decir verdad, Boca estuvo cerca del tercero apostando al contragolpe. Sin embargo, en una de las últimas del derby, Carlos Auzqui desbordó, mandó el centro atrás e Ignacio Scocco empujó al fondo de la red. El lineman decidió anular el gol porque interpretó que la pelota había salido en su totalidad. Otro desacierto que perjudicó al millonario.

Fue derrota. Inmerecida, pero derrota al fin, en una semana que profundizó la crisis futbolística y psicológica de un equipo acostumbrado a salir victorioso en las paradas difíciles.