El hincha de River recuperó la sonrisa. Luego de una semana compleja, con muchas pálidas y esa horrible sensación de terminar el año lejos de los objetivos trazados al principio de la temporada, Marcelo Gallardo trajo algo de paz a ese Mundo Millonario convulsionado y siempre difícil de transitar cuando la pelota no ingresa en el arco. Es que el Muñeco cortó por lo sano todas las especulaciones que ponían foco sobre su futuro y la incertidumbre de no saber quién iba a hacerse cargo del timón del barco si decidía dar un paso al costado.
Napoleón entiende todo. Conoce los pasillos del Monumental como la palma de su mano. Maneja de taquito los tiempos y los momentos para decir y comunicar. Por eso, no es casual que después de transitar los días más difíciles desde que asumió como entrenador del Más Grande, haya decidido darle continuidad a su idea. Un proyecto que abarca mucho más que el fútbol profesional y que repara en muchos detalles del día a día. Porque al DT de River no se le escapa nada.
Esta mañana, habló nuevamente de sentido de pertenencia. Es muy difícil explicar con palabras lo que significa y cómo se transmite en un fútbol dominado por el negocio y los miles de millones que van y vienen. Primero, hay que predicar con el ejemplo. Y el Muñeco lo hace. Algún día dejará de ser el técnico de River, está claro. Pero mientras dure, no deja de agradecer y manifestar su inmensa felicidad por estar en el lugar en el que quiere estar. Su lugar en el mundo. Trata de hacerlo con todos. Desde esos chicos que comienzan a transitar sus primeros años en las divisiones infantiles y juveniles del club, hasta con aquellos que llegan de otros clubes y no dimensionan la grandeza que tiene una institución como River.
Cuesta recordar un año electoral con tanto consenso en cuanto a la elección de un entrenador. Ni Ángel Labruna ni Ramón Ángel Díaz lo lograron en su momento. Y estamos hablando de PRÓCERES. En mayúscula. Si algún candidato tenía en mente jugar con otra carta, deberá guardarla para otro momento. «Puse a disposición mi continuidad a los cuatro candidatos para las próximas elecciones», reconoció hoy en conferencia de prensa. ¿Alguno en su sano juicio podría animarse a decirle que no?
La Copa Argentina no logrará conformar al siempre exigente hincha de La Banda. Seguramente habrá mucha autocrítica. Hay mucho por revisar y corregir de cara a lo que viene. La buena noticia para River es que abrochó al mejor refuerzo que podía tener para el 2018. Se llama Marcelo Gallardo. Se festeja como un gol.
