River cayó ante Huracán por la mínima diferencia en el reinicio de la Superliga. El Globo consiguió la ventaja a través de un dudoso penal. El equipo de Marcelo Gallardo consiguió apenas un triunfo de los últimos siete partidos y se encuentra a 18 unidades del líder.
River quedó muy lejos. De todo. Desde lo numérico, porque el líder del certamen volvió a estar la diferencia y ahora le sacó 18 unidades. Desde el juego, porque no logra un funcionamiento ni una continuidad en el juego que permita ver una evolución, más allá de los nombres y las incorporaciones que todavía están llegando. Y desde el punto de vista de los objetivos coperos, porque hoy se encuentra en la 19° posición y a 9 puntos del último equipo que clasificaría a la próxima edición de la Copa Libertadores, que es nada menos que Huracán el rival de anoche.
A decir verdad, hasta el dudoso penal que cobró Germán Delfino, River había hecho todo en el partido, lo que no significa que fuera mucho. Tenía el control de la pelota y el dominio territorial. También mostró algún atisbo de agresividad ofensiva a través de los intentos del Pity Martínez y la movilidad de Rafael Borré y Nacho Scocco. Sin embargo, a los 26 minutos de juego hubo un quiebre en el partido y en la cabeza del millonario.
Germán Delfino vio penal de Montiel e Ignacio Pusetto abrió el marcador desde los doce pasos a los 28 minutos. De ahí en más, el Globo pasó a gobernar psicológicamente el partido, al menos hasta el cierre del primer tiempo y la mitad del complemento.
El Muñeco buscó variantes en el banco, pero no las encontró. Ni el debutante Lucas Pratto ni Rodrigo Mora aportaron lo que River necesitaba en los minutos que entraron. Con Huracán bien abroquelado en el fondo y apostando decididamente al contragolpe, La Banda buscó desde algún centro o un remate desde media distancia o balón detenido lo que no pudo generar desde el fluir de su juego.
Más allá de alguna situación muy clara, en especial un remate de Rafael Borré en el inicio del segundo tiempo y otro de Nacho Scocco luego de una gran asistencia de Borré, el millonario estuvo muy lejos de someter al Quemero, que terminó festejando la victoria y hundiendo un poco más a River, que hoy está lejos de todo.
