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RIVER Y UNA SANA COSTUMBRE ANTE RACING (IMAGEN: Getty)

Con goles de Rafael Borré y Exequiel Palacios sobre el cierre del partido, River Plate venció a Racing 2 a 0 en el Cilindro y prolongó su paternidad sobre los de Avellaneda. El millonario no jugó bien, pero tuvo un Armani superlativo y golpeó en el epílogo del encuentro con tantos que llegaron desde el banco.

River llegó a Avellaneda con un doble objetivo: sostener la levantada que inició con el triunfo ante Patronato en la 19° fecha de la Superliga y tratar de terminar la jornada en zona de Copa Sudamericana, a raíz de una serie de resultados que le permitía meterse entre los diez primeros del certamen. Desde el punto de vista de la eficacia, el millonario tuvo una noche redonda.

Es que el equipo de Gallardo sufrió más de la cuenta. Sobre todo en la primera etapa, cuando fue superado por Racing desde el dominio y los merecimientos para abrir el tanteador. A los de Núñez le costó hacer pie y sortear la intensidad que impuso el elenco del Chacho, especialmente durante la primer media hora de juego. Allí, el que apareció fue Franco Armani, con otra actuación sobresaliente para sostener el cero en el arco propio.

En el complemento, River comenzó a encontrar espacios que no tuvo en la primera etapa. Se hizo un partido más de ida y vuelta. En esos minutos, generó algunas situaciones en los pies del Pity Martínez y desde la cabeza de Lucas Pratto. Sin embargo, los goles llegarían desde el banco.

A los 31 minutos, el recién ingresado Rafael Borré aprovechó una mala salida del arquero académico y un lindo pase filtrado de Exequiel Palacios, otro de los cambios decisivos que metió el Muñeco. El colombiano eludió a Musso y definió con el arco libre.

En el sprint final, los de Avellaneda salieron a la desesperada en busca del empate. Y el Más Grande lo aprovechó. El Pity recuperó en la mitad de la cancha, metió una bocha perfecta para Exe Palacios y el juvenil definió con mucha clase ante la salida de Musso.

River fue pura efectividad y ganó en Avellaneda porque tuvo a Franco Armani, porque golpeó en el momento justo y por el peso de su camiseta. Ahora, se metió en zona de clasificación a la Copa Sudamericana 2019 y sueña con terminar más arriba.