Franco Armani, figura excluyente en la victoria de River ante Emelec, mantuvo el arco en cero por cuarto partido consecutivo. Igualó así una marca que no alcanzaba desde febrero de 2015, con Marcelo Barovero bajo los tres palos.
Franco Armani volvió a ser figura. A esta altura, ya no es noticia. Es que el arquero millonario sigue demostrando, partido a partido, que no sólo se adaptó rápidamente al arco de River y al siempre complejo fútbol argentino. Pide Selección a gritos y le mete una hermosa presión a Jorge Sampaoli, que podría convocarlo en la lista previa de 35 futbolistas.
Esta noche, el que lo padeció fue Emelec, que más allá de no haber generado demasiadas situaciones, en las pocas que tuvo chocó con «La Muralla de Casilda». En la primera etapa, le tapó un mano a mano a Marlon De Jesús. En el complemento, detuvo un tiro libre «a quemarropa» de Ayrton Preciado. Si quedaban dudas del momento y la trascendencia de Armani, sobre el final volvió a ganarle en el mano a mano a De Jesús, que acomodó la pelota con la mano en el inicio de la jugada. Monumental lo del arquero de River.
Con este triunfo en Guayaquil, Franco mantuvo el arco en cero por cuarto partido consecutivo (Independiente Santa Fe, Racing, Rosario Central y Emelec), algo que no sucedía desde febrero de 2015 con Marcelo Barovero en el arco).
En un partido en el que River estuvo muy lejos de su mejor nivel, hoy fue Armani + 10. Con este nivel, el Mundial de Rusia está a la vuelta de la esquina…
