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«A Armani no lo quiero ver más», bromeó Eduardo Coudet hace unos meses atras luego de que Franco fuera la gran figura de River en el último cruce que tuvieron en la Superliga del Fútbol Argentino.

Sin embargo, el destino le jugó una mala pasada al Chacho, que tuvo que volver a enfrentarse con el 1 del Mas Grande por los octavos de final de la CONMEBOL Libertadores.

Como sucedió aquella noche por el torneo local, el arquero oriundo de Casilda volvió a ser determinante para sostener el cero. No tanto como la última vez, es cierto, porque Racing no provocó tantas situaciones y River defendió bastante mejor. Pero tuvo dos intervenciones para destacar.

A los 22 de la primera etapa, Gustavo Bou encaró en posición de wing derecho y definió con un potente disparo que se metía por el ángulo superior izquierdo. Sin embargo, con una volada espectacular, Franco atragantó el festejo de los hinchas académicos.

En el complemento no tuvo tampoco demasiado trabajo, pero tuvo una tapada vital cuando se moría el partido. Jonathan Cristaldo, de palomita, cabeceó de pique al suelo contra el palo derecho, pero Armani volvió a estirar su humanidad y despejó la pelota al córner.

Así, el arquero de la Selección Argentina, hostigado en la previa por los hinchas locales, volvió a demostrar que es una verdadera pesadilla para el Chacho y los suyos.