Franco Armani (8): otra notable actuación del arquero millonario, que tuvo una excelente tapada a Zaracho al cuarto de hora de partido, y luego en el segundo tiempo, faltando 15, con una espectacular reacción a un cabezazo de Bou. Durante todo el partido estuvo atento, bien posicionado y dominó su área en gran manera. No se complicó y cuando tuvo que reventar, lo hizo.
Gonzalo Montiel (7): gran partido del joven lateral, que fue difícil de detener en el primer tiempo, en el que una de sus llegadas a fondo terminó con la asistencia a Pratto para el primer gol de la noche. Luego, en el segundo tiempo, mantuvo una gran solidez defensiva y eligió bien los momentos para adelantarse en el campo de juego.
Jonatan Maidana (7): un jugador que para las paradas bravas se agranda. Ayer lo volvió a demostrar, jugando vigorosamente y no dejando picar pelota en el área. Importante para el juego aéreo, sacó varias pelotas de esa manera.
Javier Pinola (7): sigue demostrando ser la opción perfecta en la dupla central, jugando mas adelantado que Maidana y contribuyendo más a la elaboración desde el medio campo. Ayer se vio algo de eso y una sobria actuación defensiva, también demostrando seguridad y atención plena.
Milton Casco (7): grato desempeño del lateral, que tuvo la primer ocasión de gol de la noche, con una gran corrida y centro que Borré no pudo mandar a la red. Mantuvo un gran orden defensivo, luchó todas las pelotas y en el segundo tiempo estuvo cerca de su gol, mediante otra gran corrida y un disparo apenas desviado.
Enzo Pérez (5): había tenido una gran actuación, siendo uno de los mejores del partido. Desde el arranque había jugado con fiereza, como se juegan los clásicos y los partidos de Copa, mostrando toda su experiencia. Ayudó permanentemente a la dupla central y controló las acciones ofensivas del rival. Y también controló como nadie a Centurión. Pero tiró por la borda ese gran desempeño al desquitarse con el propio Centurión sobre expresiones relacionadas a la Selección: en ese caso, le faltó madurez, y más sabiendo de que el equipo no se puede dar el lujo de quedarse sin él para instancias decisivas de la Copa.
Exequiel Palacios (8.5): una presentación descollante y consagratoria del joven de 19 años, que demostró en este partido que definitivamente está para cosas importantes. Desde el inicio, fue una maquina de recuperar balones, corriendo y presionando la salida del rival, sin darle respiro a los jugadores de Racing. Coronó ese brillante primer tiempo robando una pelota a Neri Cardozo en un centro, pasándola correctamente, y luego siguiendo la jugada para encontrar un rebote fortuito, que colocó magistralmente en la esquina del segundo palo del arquero. Su actuación no sufrió baches, y en el segundo tiempo, ya con el equipo en un perfil más de contragolpe, fue un serio problema para la defensa rival, que no logró traspasar su línea y tuvo que mirarlo siempre de reojo por la posibilidad de una contra suya.
Ignacio Fernández (7): activo, volvió a estar involucrado en la mayoría de las acciones de ataque. Además, logró forjar una gran dupla con Quintero, que le dio réditos máximos al equipo, en especial en ese primer tiempo memorable. No estuvo fino en las definiciones, tirando un par de ocasiones arriba del arco, pero su verticalidad fue esencial para el funcionamiento del equipo.
Juan Fernando Quintero (7.5): otra vez vital en el funcionamiento ofensivo y la creación de ocasiones de gol, utilizó su pausa, toque y pase entre líneas para habilitar una y otra vez a los delanteros de River. Logró también comunicarse bien con Fernández. En algunos contragolpes no hizo el pase correcto o la dejó corta, pero su conducción fue de elevada altura de cualquier manera.
Rafael Borré (7): el delantero que le hacía falta al equipo y a Pratto, en especial. Su entrada abrió espacios a sus compañeros, acarreó marcas y, más que nada, llenó un espacio en el medio del área, que el colombiano ocupó llegando desde atrás buscando el centro desde los costados. En ocasiones jugó retrasado, en la mitad de la cancha, en búsqueda de la pelota, y también contribuyó en gran manera, a la presión alta y el rendimiento defensivo del equipo.
Lucas Pratto (7.5): una bestia. Luchó y jugó por todo el frente de ataque, a veces moviéndose por los costados y mandando el centro atrás. Ayudó en la presión alta y fue un problema para la defensa rival en contrataque. Metió el primero de la noche, bien temprano en el partido, para darle tranquilidad a la afición y sacarse la mufa. Un jugador de equipo, aún con ciertos errores de definición o de decisión, es de esos jugadores vitales para el rendimiento del conjunto.
Ingresaron:
Ignacio Scocco (5.5): poco del delantero, que ingresó ya con el partido definido y con muchos cortes, lo que no le permitió encontrar fluidez.
Santiago Sosa (5.5): algunos toques de calidad para el juvenil, aunque sin demasiada intervención en un partido que ya estaba definido.
Rodrigo Mora (5.5): pocos minutos en la cancha, aunque lideró un par de contragolpes que no terminaron en buen destino.
Marcelo Gallardo (DT): pareciera ser que River, dado los hechos, nuevamente se estaba guardando para el partido trascendental del mes. El equipo salió con una voracidad abrumadora, con una mentalidad ganadora, que no dejó actuar al rival y provocó un aire de superioridad absoluta ante un gran rival, a priori. Eso, todo eso, es mérito de las palabras y el trabajo del técnico y la confianza de sus jugadores, antes de entrar al terreno de juego.
Árbitro: Mario Diaz de Vivar (Excelente).
Estadio: Monumental (Estado de la cancha: excelente).
Resultado Moral: River Plate 4-Racing Club 0.
