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GERMÁN LUX Y OTRA NOCHE SIN PROTAGONISMO.

Desde aquella fatídica noche ante Lanús en La Fortaleza, el hincha de River apunta y señala a Germán Lux como uno de los grandes responsables de la eliminación de River en la Copa Libertadores 2017. No es para menos: el millonario pasó de estar 3-0 en el global a recibir cuatro goles en un puñado de minutos. En tres de ellos -con excepción del penal-, pareció dar algunas ventajas.

El golpe ante el Granate caló hondo. Fue tan dura la caída que el propio Marcelo Gallardo pidió ir a fondo por Franco Armani, figura e ídolo en Atlético Nacional de Colombia. Poroto, que volvió para aportar toda su experiencia en el fútbol europeo, pasó a calentar el banco desde entonces.

Las lesiones de Armani y Bologna en las últimas semanas le dieron a Lux una nueva chance. Sin embargo, el arquero oriundo de Carcarañá estuvo lejos de tener una noche para reivindicarse. Más allá que a lo largo del partido lo exigieron muy poco y tampoco tuvo errores severos, volvió a dejar esa sensación que «pelota que va al arco, termina adentro».

En el primer tiempo, Chancalay y Correa estrellaron dos remates contra su palo derecho. A decir verdad, no tenía nada que hacer si ambos remates terminaban en gol. Sin embargo, a los 30 minutos del complemento se dio la jugada que vuelve a instalarlo en el centro de las críticas. Luego de un anticipo en el primer palo, Lux salió a destiempo y sin autoridad para achicar ante el remate débil de Erik Godoy. El balón dio en el palo, pero esta vez apareció Gonzalo Bueno para empujar la pelota con todo el arco a su disposición.

Amén de las responsabilidades compartidas de Luciano Lollo y Rafael Borré -ambos pierden la marca en el primer palo-, Germán Lux volvió a dejar esa «sensación de inseguridad» cada vez que le patean al arco. El arco más grande del mundo exige otra cosa.