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RIVER REMONTÓ UN PARTIDO INOLVIDABLE Y ES FINALISTA DE LA COPA LIBERTADORES

(Porto Alegre – Enviados Especiales) El equipo de Marcelo Gallardo se hizo fuerte en el Arena do Gremio, dio vuelta la serie y logró una clasificación histórica a otra final de la Copa Libertadores. Leonardo Gomes anotó para el elenco gaucho, Rafa Borré y el Pity de penal le dieron la victoria al Millo, que ahora espera por Boca o Palmeiras.

La mano venía torcida. Ya desde el Monumental y ese gol fuera de contexto de Michel. Mucho más luego de ese primer tiempo insólito, en el que River hizo todo el desgaste y mereció mejor suerte. Sin embargo, con otro golpe de suerte, el equipo de Renato Gaucho encontró en un rebote luego de una pelota parada otro tanto que nada tenía que ver con el desarrollo, esta vez desde la diestra de Leonardo Gomes.

En los primeros 45 minutos el equipo dirigido por Biscay en el campo y Gallardo en un palco contó con tres o cuatro situaciones clarísimas. De entrada lo tuvo Borré pero definió con la cara externa del botín derecho cuando la jugada pedía empeine o tres dedos para que no se abriera tanto. Más tarde, la pegada de Exequiel Palacios y de Leonardo Ponzio también forzaron algunas estiradas de Marcelo Grohe, que vivía en el suelo haciendo tiempo luego de intervenir salvando el arco de Gremio.

Sin embargo, la intensidad que tuvo River en el primer tiempo se fue diluyendo en el complemento. Lo segundos 45 minutos se parecieron más a los 90 en el Monumental. Es decir, un equipo que aprovechó cada momento para enfriar el juego y otro que no le encontraba la vuelta para romper la última línea.

Hubo una jugada que marcó el quiebre del partido. El ingresado Everton, que ingresó enchufadísimo y parecía imparable, tuvo un mano a mano que pudo sentenciar la historia. Apretado por el mal pique de la pelota y el rápido retroceso de Pinola, definió al cuerpo de Franco Armani. River se ganó una vida más. Y le supo sacar el jugo en los minutos finales.

A 8 minutos del final, River consiguió lo que no pudo en casi toda la serie: ganar en las alturas. La fortaleza de Gremio se convirtió en debilidad y Rafa Borré, de cabeza, anotó el gol que puso en partido nuevamente al millonario. Los minutos finales iban a ser para el infarto.

A falta de tres minutos, Nacho Scocco intentó un remate en la puerta del área que se desvió en Bressan. En la jugada rápida, los futbolistas de River pidieron córner. Hasta que apareció el bendito VAR y una mano milagrosa, casi imperceptible, que derivó en penal y en la protesta de los locales. El disparo desde los doce pasos se dilató una eternidad. Entre los reclamos, la expulsión de Bressan por doble amarilla, la falta de garantías desde la seguridad, más reclamos y más vueltas.

Finalmente, Andres Cunha adicionó 13 minutos más, Gonzalo Martínez agarró la pelota y marcó el tanto que desató la locura. River aguantó los minutos finales, que también se hicieron eternos. Allí aparecieron los caudillos del fondo y la seguridad de Franco Armani para tranquilizar y dejar que el tiempo pasara.

Cuando muchos lo daban por muerto, el River de Marcelo Gallardo volvió a dar una muestra de carácter y se quedó con otra serie inolvidable. Otra noche épica en Brasil. Otra página imborrable en la historia gloriosa de River Plate. Ahora, ¡vamos por la cuarta Millo querido!