(INCLUYE VIDEO) Marcelo Gallardo ofreció una conferencia de prensa que sirvió para pedir disculpas y explicar por qué no acató la prohibición que le impuso Conmebol. Además, aseguró que es necesario bajar un mensaje de paz para que la final entre River y Boca no se tome como un hecho de vida o muerte. Por su parte, lamentó no poder estar en el banco de suplentes, pero remarcó que confía en sus colaboradores.
La convocatoria a los medios para una conferencia de prensa fuera de agenda de Marcelo Gallardo fue el primer indicio para suponer que el técnico de River tenía cosas para decir. En realidad, para explicar admitir y hasta mostrar arrepentimiento: «Quería aclarar que lo que hice el martes después del partido, a la situación de haber ingresado al vestuario y el haber transgredido una norma reglamentaria. Creo que tuvo que ver mucho más con lo emocional que con otro tipo de situación desafiante», fueron las primeras palabras del entrenador millonario a la hora de su descargo. «Muchos quisieron hacer creer que tuve una actitud desafiante hacia la Conmebol y nada que ver. Siempre estuve convencido que era un fallo desagradable para los entrenadores. Acá no hubo un acto de indisciplina ni mucho menos, pero me parecía que era injusto. Ante una situación tan importante como jugar una semifinal de Copa Libertadores, las emociones también juegan. Por ahí me jugó en contra actuar impulsivamente. Eso fue lo que sentí y reflexioné en estos días», resaltó Gallardo.
«Cuando uno actúa con el corazón, a veces pierde la razón. Si fue un acto de indisciplina por no cumplir las normas, pido disculpas, como lo hice en mi descargo hacia la Conmebol. No tuvo nada que ver con una postura desafiante de mi parte», agregó Napoleón. Además, aseguró que más allá de su situación personal, no espera una sanción deportiva contra la institución: «No hay argumentos para anular la situación que hemos logrado en la cancha. Esa es una opinión personal», indicó.
Metido de lleno en la final superclásica, el Múñeco resaltó que son partidos en los que no importa quién llega mejor: «Los favoritos somos los dos que hemos llegado merecidamente a esta final. Después se habla en la cancha. En estos quince días se van a hablar muchísimo y nosotros tenemos que estar enfocados en lo nuestro, en el trabajo diario, no salirnos de lo nuestro porque es lo único que nos ha mantenido fuertes hasta acá. El favoritismo va a ser de los dos», señaló.
Además, afirmó que es necesario bajar varios decibeles para evitar que el derby termine en tragedia: «Yo lo que quiero transmitir es un mensaje de paz, más allá del hecho histórico de enfrentarnos contra el rival de toda la vida en un acontecimiento único. Es un espectáculo deportivo y tenemos que vivirlo así. ¿Por qué tener que hablar de si estamos preparados o no como sociedad? Debería ser normal. Si no es normal, transmitamos que es un partido de fútbol, que tiene un montón de matices, de condimentos, de situaciones que van a transmitirse en todos estos días. No tiene que ir más allá del espectáculo. El mundo futbolístico va a estar observándolo. Es el mensaje que tendríamos que pasar todos, más allá si hay público visitante o no. Los que vayan a la cancha van a ser muy poquitos, afortunados, pero estamos hablando de una sociedad, de millones de hinchas. No podemos detenernos en ellos. Tenemos que pensar que es un espectáculo único y deportivo. El que salga vencedor tendrá la gloria absoluta y el que no seguirá peleándola. No es vida o muerte, hay que seguir. Esto es un mensaje erróneo y muy malo para nuestra sociedad», remarcó el DT del Más Grande.
Por último, lamentó la chance de no poder estar en la super final: «No me gustaría perderme esta posibilidad de estar, pero confío en la gente que trabaja conmigo, en los jugadores. Ellos son los protagonistas, los que toman decisiones. Confío claramente, 100%», concluyó.
