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RIVER, SIN IDEAS Y CON EL FOCO EN LA COPA (IMAGEN: Getty)

El equipo de Marcelo Gallardo jugó mal y cayó ante Estudiantes en el estadio de Quilmes por la mínima diferencia. El único tanto del partido lo marcó lo anotó Nacho Fernández en contra, producto de un rebote luego de un tiro libre de Gastón Fernández.

Lo sucedido en la Copa Libertadores lo desenfocó de la Superliga. No es excusa. Luego de una noche de emociones fuertes luego de conseguir la hazaña en Brasil, la clasificación a la final y cómo se manoseó la infracción de Marcelo Gallardo, el millonario llegó al estadio de Quilmes con la cabeza en otro lado. Los resultados estuvieron en el verde césped.

Desde el inicio, River mostró un cambio llamativo en el esquema: 4-3-3, con Santiago Sosa, Bruno Zuculini y Nacho Fernández como mediocampistas de contención, con Nacho Scocco y Pity Martínez como «extremos» y Lucas Pratto como centrodelantero. El experimento no duró demasiado, porque Scocco pidió el cambio a los veinte minutos y con la inminencia del superclásico copero, prefirió dejar su lugar al juvenil Julián Álvarez.

En ese arranque, el elenco del Muñeco mostró más buenas intenciones que resultados. El Pity Martínez fue tal vez el único que logró ganar con habitualidad en el mano a mano contra Facundo Sánchez, pero le faltó sintonía fina para terminar las jugadas. Una de las pocas que tuvo en esos primeros 45 minutos que estuvo en cancha definió a las manos de Andújar.

Con el ingreso de Julián Álvarez por Scocco, el Muñeco no cambió el esquema. Acostumbrado a ir más por adentro, al pibe de River le costó profundizar por la banda. Sin embargo, cuando lo hizo, metió un centro sensacional que engañó al arquero Pincha y que Lucas Pratto no pudo conectar, de frente al arco y ya sin resistencia.

En el complemento, el DT millonario mandó de entrada a Juan Fernando Quintero para buscar ese último pase que River no encontraba. Arrancó por izquierda como el Pity, pero con la clara intención de atacar con diagonales hacia el medio, quedar con el arco de frente y dejar el hueco para las subidas de Mayada. Lo ideado tampoco tuvo buenos resultados. En parte, porque Estudiantes encontró rápidamente la ventaja con un tiro libre fortuito de Gastón Fernández que se desvió en su homónimo Nacho y descolocó a Lux.

Con el 1-0 a favor, el local cerró líneas, se abroqueló unos metros más atrás y apostó decididamente a alguna contra del solitario Pavone. Con esta postura, llegó con claridad a través del propio Tanque, que desperdició un mano a mano ante Germán Lux. River, por su parte, no encontró nunca su juego. Ni siquiera con el ingreso de Cristian Ferreira por Santiago Sosa para sumar más gente en la gestación. Apenas contó con un remate de Julián Álvarez desde la puerta del área que alcanzó a manotear Andújar cuando se colaba en un ángulo. Nada más.

Así, el equipo del Chino Benítez le puso un freno a las ganas de River de acercarse a la punta y llegar a la final superclásica con una nueva victoria. A dar vuelta la página. En la Copa…cueste lo que cueste.